Orientaciones para la elaboración de planes
- Rigurosidad en la elaboración. El documento a crear debe estar bien desarrollado, debe contener datos exactos, proyecciones objetivas y ajustarse a los pasos de su elaboración. No implica saber adaptarlos a la realidad de la empresa.
- Buscar información. Significa que los datos a proporcionar deben ser lo más precisos posible, ya sea de estadísticas del Ministerio de Economía o de cualquier investigación realizada, como de datos que manejan empíricamente los empresarios y empresarias, que sirven mucho para las proyecciones del negocio.
- Formación / Superación. El empresario debe pensar en aprender más, es importante recalcar en base a resultados reales la necesidad de que el nivel de estudio de ellos se eleve en beneficio de su negocio y familia.
- Buscar el desarrollo del mercado. Es tratar de sacarle el máximo provecho al mercado, no significa abusar de él, sino saber aprovechar las oportunidades al satisfacer necesidades.
- Analizar el mercado. Debemos conocerlo bien, quién compra, cuánto, qué poder adquisitivo tiene, con qué frecuencia compra, quién o quiénes son nuestros competidores, etc.
- Identificar fuentes de financiamiento. Conocer qué programas crediticios existen, a qué tasa prestan, plazos, reglamentos, asesoría y capacitación.
- Mejorar su administración. Implica que el empresario debe capacitarse para mejorar procesos, llevar controles de ventas, compras, créditos, rendimiento, pagos, etc. Para ordenar su negocio y saber cuánto gana o pierde y qué medidas tomar ante ello.
- Detectar sus puntos débiles y fuertes. Se debe analizar la empresa o el producto de manera objetiva. Qué hacemos bien y qué hacemos mal, por qué nos prefieren a nosotros o por qué gana más la tienda del vecino.
- Fijar un cronograma. Si vamos a entrar a un negocio o ampliar el ya existente, es necesario fijarse cuándo se va a empezar y los pasos a efectuar en qué tiempo se harán y quién o quiénes serán los responsables.
- Separar el capital. El de la empresa y el de la familia, se tiene que poder diferenciar para tener una buena administración y no castigar al negocio con gastos personales. Diferenciar patrimonios. Cuál es el de la empresa y cuál no. Recordemos que en la mayoría de casos el patrimonio familiar sirve para el negocio, pero debemos tener cuidado que el del negocio no sirva para la familia en detrimento del negocio.