En los primeros años de vida

En los animales este periodo varía en función de la especie. En el humano se extiende desde los seis meses y hasta los dos años o algo más.

Aquí empiezan la normas básicas de convivencia. Los mecanismos de educación son similares a los de otras especies animales.

El concepto de "timing" que aplicamos en adiestramiento animal es el mismo que aplican los animales para educar a sus crías, y también es el que naturalmente surge de una madre humana, pero es reprimido por la cultura.

Ahondaremos sobre este tema, pero básicamente digamos que el timing es la coincidencia en el tiempo entre una conducta indeseada y un gesto de desaprobación, seguido por la corrección y el gesto de aprobación correspondiente.

Pongamos un ejemplo:

Pablito de un año de edad pinta la pared con su lápiz.

La madre lo regaña firmemente.

Pablito deja de pintar la pared y mira a la madre con sorpresa, intentando buscar en el rostro materno la causa del regaño.

La madre debería en ese instante sonreírle, haciendo coincidir al acto de dejar de dibujar con su sonrisa y su aprobación tierna y amorosa.

Si Pablito vuelve a escribir la pared, la madre vuelve a regañarlo firmemente.

Al dejar de nuevo su actividad y mirar a la madre buscando la causa, la madre debería nuevamente sonreírle con ternura.

El "timing" es la manera en que se grabaran en la mente del bebe ambas coincidencias. Generando un rechazo automático a la escritura en la pared, ya que el niño asociará ese acto con algo desagradable, como es el regaño. Y asociará el no escribir la pared con la sensación agradable de cercanía materna a través de la aprobación.

¿Porqué no se hace así?. Presta atención y verás que NATURALMENTE la madre tiene el impulso a actuar de esta manera, pero es desviada esta tendencia por la cultura y el raciocinio.

Descubrirás que una madre siempre expresa "cuando deja de pintar y me mira con esa carita, dan ganas de comerlo a besos .... pero no debo mimarlo, debo mantenerme firme, si no lo hago después no aprende".

Entonces en lugar de aprobar el acto de abandonar el pintado de la pared, cuando el bebe deja de hacerlo ella continúa con su regaño. El niño no puede entonces relacionar el regaño con pintar la pared, ya que no esta presente solo en ese acto sino en todo momento.

Si yo toco la puerta y me da electricidad, dejo de tocarla y ya no siento electricidad, la vuelvo a tocar y nuevamente me da electricidad, dejo de tocarla y deja de darme electricidad ... rápidamente asocio ambos hechos.

Si toco la puerta y me da electricidad, dejo de tocarla pero sigue dándome electricidad, me alejo y sigo sufriendo las descargas ... ¿cómo puedo yo saber qué es lo que me causa esta sensación desagradable? ¿cómo voy a asociar la puerta con la electricidad?

En un cerebro de un bebe de menos de dos años, con una inteligencia inferior a la de un cachorro de lobo y mucho menor a la de un chimpancé, es imposible pretender que entienda otra cosa que el timing.

Por eso la madre quería inicialmente "comerlo a besos". Esa era la respuesta acertada y no la continuidad del regaño.

Como ves, la tendencia instintiva era justamente orientada a hacer lo correcto, pero al razonar demasiado el hecho termina cometiendo el error de desaprovechar el timing. Técnicas grabadas por millones de años en nuestro cerebro que se desperdician por pensar demasiado y no dejar que el instinto de padres nos oriente como debe.

hipopotamo

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