La pizarra
La pizarra es el medio clásico utilizado por la casi totalidad de los profesores y es el único que tiene asegurada su existencia en el aula. Acompañado de una correcta exposición constituye un medio operativo de fácil utilización por parte del docente y suele permitir una adecuada visualización para el alumno. El empleo correcto precisa ciertas consideraciones:
A) Presentación comprensible y ordenada. La reflexión previa antes de la sesión es recomendable para tener una idea clara de la utilización que se pretende realizar de la pizarra. El desorden en la exposición y en la escritura dificulta la asimilación de los conocimientos.
B) Facilitar la visión utilizando una letra grande y clara. Borrar cuando ya se ha leído o escrito lo que había.
C) Coordinar la exposición oral con la escrita. Cuando se escribe se habla de lo que se está escribiendo y procurando no hablar de cara a la pizarra.
Las clases con un número reducido de alumnos permite la utilización de pizarras blancas en las que se usan rotuladores para la escritura. Igualmente, las sesiones con pocos alumnos facilita la utilización de la pizarra de papel, es decir, un conjunto de hojas grandes sobre un tablero. Tienen la ventaja de poder utilizar las hojas anteriores como recordatorio.