Ambiente de Vanguardia
Lo que es una realidad es que el vanguardismo está asociado a la tecnología y modernidad, debéis saber que al mismo tiempo lo caracterizan las formas simples pero con magníficos acabados; por lo general encontraremos en el estilo acero, lacas brillo y mate, plásticos y madera, pero con líneas muy simples y acabados claros.
Le ocurre lo mismo a los textiles, procuraremos que sean lisos en sillones y butacas, si puede ser sin apenas texturas, todo tiene que estar equilibrado; aunque podemos salirnos de lo normal en alfombras y cortinajes, pudiendo llevar algo de textura geométrica sin excedernos, como siempre vengo recordando a lo largo del curso.
El color de las paredes será siempre blanco, dando un toque de color en alguna de ellas, tal vez un chocolate o gris, pero con cuidado, no salgamos de los colores básicos que hemos empleado en el mobiliario; todo tiene que tener un tono similar, con pequeños toques de textiles que crearán el propio estilo vanguardista.
En esta ocasión las paredes se han dejado del material del propio edificio, pero crean un conjunto muy equilibrado con el mobiliario y suelo, todo es de los mismos tonos, donde damos especial atención a lámparas y cuadro en color blanco, así como las patas de la mesa en rojo puro.
Por último el suelo lo terminaremos con un parquet o tarima como en la foto superior, en este caso tarima flotante desgastada, aportamos calidez a la vivienda.