Prestar atención a las respuestas
El coach debe estar muy atento a las respuestas que le da el cliente. En caso de que no lo estuviera, además de perder credibilidad, no sabrá que pregunta ha de formular a continuación.
El proceso ha de ser espontáneo, porque si las preguntas se preparan con antelación, el flujo comunicativo se verá alterado y no responderá a los intereses del cliente.
Si el coach interrumpe formulando una nueva pregunta mientras el cliente habla, éste se dará cuenta de que no le presta la atención que debiera. Es preferible siempre escuchar con atención y luego, si es necesario detenerse un momento mientras se formula la pregunta más adecuada.
Son muchas las personas a las que no se les da demasiado bien escuchar a los demás; en la escuela nos dicen que escuchemos, pero sin embargo, no nos enseñan cómo debemos hacerlo.
Escuchar es una habilidad que requiere concentración y práctica. Ahora bien, son muy pocas las personas las que tienen dificultades para escuchar noticias o programas de deporte en la radio. El interés mantiene la atención. Lo que verdaderamente debemos hacer es comenzar a prestar interés por los demás. Esto es de tal importancia que cuando escuchamos realmente a una persona, o cuando otra persona nos escucha realmente a nosotros, lo valoramos mucho. Hemos de aprender a callarnos, a prestar atención y en definitiva a escuchar más. Esto será determinante para ejercer la actividad del coaching.