El lenguaje corporal
Además de escuchar el coach también debe observar el lenguaje corporal del cliente. No debe hacer observaciones simplistas, sino de nuevo, como orientación a la hora de escoger la siguiente pregunta.
Si el cliente está muy interesado en la dirección que ha tomado la sesión, puede que lo demuestre adelantando su postura. Si se cubre parcialmente la boca con la mano al hablar puede que esté manifestando sensación de inseguridad o simplemente esté nervioso transmitiendo sus respuestas. Los brazos cruzados sobre el pecho suelen indicar resistencia o desafío, mientras que las posturas corporales abiertas demuestran receptividad y flexibilidad.
En cualquier caso, una directriz que puede servir de guía es que, si las palabras parecen decir una cosa y el cuerpo otra distinta, lo más probable es que debamos hacer caso al cuerpo. Es por ello que tiene tanta importancia el lenguaje corporal.
Al igual que comentábamos con el tono de voz, el coach debe expresar confianza con su lenguaje corporal. Debe transmitir feedback o lo que denominamos "rapport" en su posición, es decir, adoptando una postura similar a la que pueda adoptar el cliente. El cliente estará así a gusto y comprenderá que existe confianza y cercanía.
Al mismo tiempo el coach debe transmitir con su lenguaje corporal y palabras un buen paralelismo dando a entender que existe total similitud con lo que expresa tanto con el cuerpo como con el tono de voz.