Finales de Alfiles - Peones doblados
Finales de Alfiles
Peones doblados
(Guillermo Gutiérrez)
Este es un final de G. Nadareishvili (1951). Las blancas, jugando en forma exacta alcanzan las tablas luego de 1.Ac4! (En este caso es un error jugar 1.Ab1? ya que las negras obtendrían el triunfo con la siguiente variante: 1...Rf4 2.Rg7 Re3 3.Rf6 Rd2 4.Re5 Rc1 5.Aa2 Rb2 6.Ae6 a2 y se gana luego de 7.Axa2 Rxa2 8.Rd4 Rb2 9.Rc4 a3 y las blancas no pueden impedir la coronación) 1...Rf6 2.Ag8 Re5 3.Rg7 Rd4 4.Rf6 Rc3 5.Re5 Rb2 6.Rd4 a2 7.Axa2 Rxa2 8.Rc3= y tablas, ya que se proseguiría con 8...Ra3 9.Rc2 Rb4 10.Rb2 a3+ 11.Ra2 (½–½)
(30) Finales de Alfiles
Peones Doblados
(Guillermo Gutiérrez)
Estando los peones doblados, se puede alcanzar la victoria si el rey enemigo no puede acudir en ayuda del alfil y se consigue cambiar un peón por el alfil, después de lo cual se tiene un final victorioso de peón. Así por ejemplo, en la siguiente posición, las blancas juegan 1.Re7! y después de 1...Rg7 2.c7 Ac8 3.Rd8 ganan fácilmente las blancas. 3...Ab7 4.c8D Axc8 5.Rxc8 Rf6 6.Rd7 y las negras se rinden. (1–0)
(35) Finales de alfiles
Caso excepcional
(Guillermo Gutiérrez)
Existen casos excepcionales en el estudio de los finales de alfil, en donde el jugador que se encuentra en posesión de un alfil puede llegar a obtener la victoria. Esto es posible en el caso que el monarca enemigo se encuentre restringido de sus movimientos por sus propios peones y su alrededor pueda ser tejida una red de mate. Veamos este estudio de C. Zajodiakin (1932), las blancas dan mate en cuatro jugadas moviendo: 1.Rc7! a3 2.Aa4 a2 3.Rc6 a1D 4.Ab5 y jaque mate. (1–0).