La pareja de alfiles (I)
Casi todos los ajedrecistas conocen este concepto, y en múltiples comentarios y análisis se hace referencia a la superioridad de los dos alfiles contra alfil y caballo. En la presente lección estudiaremos las razones de la ventaja de poseer los dos alfiles, así como las posiciones en las que es válido jugarlos y la manera de aprovechar mejor su utilización.
A continuación un vídeo sobre la pareja de alfiles.
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Se considera que en posiciones no bloqueadas el alfil era generalmente una pieza mejor que un caballo. Sin embargo, en ocasiones sufre cierto menoscabo por su confinamiento a una mitad del tablero (o solo casillas blancas o solo casillas negras). Esto permitiría al adversario operar libremente inclusive con su rey por casillas de distinto color al alfil.
Pero cuando hay dos alfiles, este menoscabo se desvanece, pues todas las casillas están entonces controladas y la potencia de los alfiles en posiciones de bloqueo resulta un factor considerable. A continuación una partida ilustrativa sobre este tema.
En el diagrama 14 a se observa una posición bastante equilibrada a nivel material, pero este equilibrio pronto se romperá. Botvínnik acaba de jugar la errónea 1.Ce5, ofreciendo un peón para lograr obtener la pareja de alfiles, cuya acción contra el monarca negro podría compensar la desventaja material. Max Euwe podría continuar con la sencilla 1…Ae6; 2.Ab1, Ad4; quedando con buenas perspectivas de defensa (según Pachman).
A partir de la posición del diagrama 14 a la partida transcurrió de la siguiente manera:
1... Axe5 2. dxe5 Dxe5 3. Ac3 De7 4. f3 Cd5
Si 4…exf3 entonces 5.Ab1,h6; 6.Txf3, Cd5; 7.Tg3! ganando. Sin embargo, la mejor continuación para las negras era 4… Ae6; 5.f3xe4, Axa2; 6.Txf6!, Tae8; 7.Dg5, en donde las blancas conseguirían un agudo ataque; aunque la posición no está clara del todo. El programa de ajedrez Rybka 3.0 realiza una evaluación de ésta posición y su conclusión es que está equilibrada.
La partida original prosiguió de la siguiente manera:
5. Dxe7 Cxe7 6. fxe4
Ante ésta posición Pachman comenta: ahora se presenta un interesante final de partida (o más bien un medio juego sin damas), en el que las blancas tienen dos peones desligados, pero alfiles fuertes.
Es importante notar que las negras no pueden, por razones tácticas, proponer el cambio de alfiles, veamos: 6...Ae6?; 7.Axe6, fxe6; 8.Txf8+, Rxf8; 9.Tf1+, Rg8; 10.Td1 (véase eldiagrama 14 a.1) y las negras no pueden evitara la penetración de la torre en la séptima línea.
En ésta variante la posición es ya difícil; después de la próxima jugada de Max Euwe queda completamente perdida. La mejor defensa descansa en un activo contrajuego, así: 6…Ag4!; 7.Tf4, Ah5; 8.g4, Ag6; 9.Td1, Tad8; 10.Txd8, Txd8; 11.Axa5, Td1+ y con posibilidades activas de contrajuego.