Fraga se baña en Palomares tras el accidente aéreo ocurrido días antes, para demostrar la ausencia de peligro radiactivo.
El 7 de marzo de 1966, Manuel Fraga (por entonces Ministro de Turismo) y el Embajador estadounidense se bañan en las aguas de la playa de Palomares (Almería, España), para demostrar a la opinión pública de la inexistencia de riesgo nuclear en el lugar.
Todo esto fue debido al accidente que se produjo sobre la zona el 17 de Enero de ese año, cuando un avión B-52 estadounidense (cargado con cuatro bombas termonucleares Mark 28 de 1,5 megatones cada una) colisiona en el aire con el avión nodriza que lo estaba abasteciendo (un KC-135) y estalla, cayendo 3 de esas bombas en tierra firme y otra más en el mar.