¿Sabías que el jengibre podría ser la raíz que acaba con el cáncer?

Desde la antigüedad  el jengibre ha sido utilizado como medicina tradicional,  es una de las especies más utilizadas en los países asiáticos y su uso se ha extendido en el mundo entero.

Cuenta con una larga lista de usos medicinales gracias a que es rico en aceites esenciales, vitaminas y minerales.  

Se ha utilizado para tratar enfermedades como por ejemplo: la tos, gripe,  dolores de garganta,  ayuda a la correcta digestión,  nauseas, diarreas,  problemas respiratorios, dolores menstruales,  antidepresivo,  artrosis, mareo, entre otras.

Pero en las últimas investigaciones ha encontrado en el jengibre potentes acciones anticancerígenas, que ha despertado un enorme interés.

Gracias a los antioxidantes  fenólicos presentes en el jengibre,   nos aporta   propiedades antiinflamatorias y analgésicas gracias a su compuesto “jingerol[1]”   parecidas  a los antiinflamatorios sin esteroides.

 Es ideal para dolores musculares causados por el ejercicio, según estudios recientes.[2] En este caso es más efectivo consumirlo crudo que en los preparados ya expuestos al calor.

El jengibre  continuamente  está en investigación  por todas las propiedades medicinales que tiene, por ejemplo  se ha descubierto que podría ofrecer  beneficios cardiovasculares,  prevención de la osteoporosis, disminución de los niveles del colesterol, prevención de la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL).

La Universidad de Michigan en uno de sus estudios, demostró   los efectos anticancerígenos, incluso en el polvo de jengibre que venden en los supermercados.

El jengibre logra matar a las agresivas células del cáncer de ovario[3].  Este estudio también  demostró que  tiene un beneficio adicional de  evitar que las células se vuelvan resistentes al tratamiento de la quimioterapia[4] .

En otras pruebas realizadas con ratones,  se demostró  que ingerir diariamente jengibre inhibió  el crecimiento del cáncer de próstata en el 56% de los ratones.

Otras investigaciones establecieron que presenta poderes antiproliferativos que actuarían como un agente quimiopreventivo.

 La British Journal of Nutrition[5] publico un estudio en el que se demostró que la actividad in vitro  e in vivo del jengibre  podría ser eficaz para el tratamiento contra el cáncer de próstata,  con estas investigaciones se puede creer que es realmente eficaz.

Es interesante conocer que además de ser anticancerígeno,  no causa  ningún tipo de toxicidad  en los tejidos sanos, como lo causa la quimioterapia[6].

También  al jengibre se le atribuyen propiedades para evitar las nauseas y vómitos causadas por la quimioterapia[7].

Nuestro médico nos recomienda incluir  el jengibre para prevenir, y consumirlo en nuestra alimentación  como por ejemplo en las ensaladas, en guisos, postres, jugos/zumos, infusiones, jarabes y en diferentes recetas.

Se puede consumir natural o en polvo disecado. Aunque siempre en recomendable consumirlo natural y de preferencia con origen ecológico.

Pese a las propiedades anticancerígenas,  encontradas en las investigaciones, siempre consultar en caso de padecer un cáncer al médico/a oncólogo/a y nunca sustituir ningún tratamiento de quimioterapia por ingerir un alimento sin previo consentimiento del médico/a.