el origen ornamental de la Flor de Pascua
Existen leyendas diversas sobre el origen de esta planta, algunas nos llevan hasta las lágrimas que brotaban de una pequeña que no tenía nada de valor que ofrecer al niño Jesús de su iglesia y le llevó un ramo de hierbas que florecía a cada lágrima que caía sobre él; otra historia nos cuenta que Dios derramó su sangre sobre una planta que pasaba inadvertida a los ojos de los humanos, pero que cada día que pasaba trataba de crecer y ser mejor, de manera que así fue como obtuvo su llamativa coloración, etc…
Realmente la Flor de Pascua o Poinsettia tiene su origen en Centroamérica (México), siendo para las culturas mesoamericanas una planta de incalculable valor; pues la usaban como ofrenda a los dioses, y también como remedio medicinal contra diversas enfermedades de la piel, para bajar la fiebre, para que las madres produjesen más leche y como tinte natural (entre otros usos).
Los franciscanos ya las usaban en México en el siglo XVI como planta ornamental en Navidad (pues florece de Noviembre a Enero); aunque será Joel Roberts Poinsett, embajador estadounidense en México entre 1825 y 1829 quien se encargue de extender su uso como adorno navideño; pues fascinado por la belleza de estas plantas decidió llevarse unos ejemplares a un vivero que poseía en Greenville (Carolina del Sur), donde logró reproducirla; regalándola a sus amistades en fechas navideñas, lo que originó esta costumbre que tenemos en la actualidad.
También ayudó a su expansión mundial al enviar ejemplares a diversos parques botánicos, por lo que en su honor se conoce como Poinsettia a esta planta.