el origen de la grapadora
La grapadora tiene un origen que podríamos calificar de reciente, pues la primera parece que fue creada por el monarca francés Luís XIV en el siglo XVIII; apareciendo la primera patente de dicho artilugio en 1866, un modelo que solo podía contener una grapa y que había que doblarla de forma manual, pues la máquina no lo hacía.
No será hasta 13 años después cuando se invente la máquina que pueda doblar la grapa (seguía conteniendo solo una) por sus extremos; como curiosidad indicar que el peso de este aparato rondaba el kilo.
Pero poco a poco se va avanzando, y a finales del siglo XIX ya se consigue una grapadora que además de doblar las grapas pueda contener en su interior más de una... pero el problema radicaba en que las grapas (metálicas) estaban unidas entre sí, haciéndose necesario un golpe con gran fuerza para que se separaran unas de otras.
Tendríamos que esperar hasta 1937 para que se inventase una grapadora similar a las actuales.