el origen de la expresión "No mezclar las churras con las merinas"

Usamos la expresión “no hay que mezclar churras con merinas” cuando queremos hacer referencia al error que alguien está cometiendo al mezclar temas o personas que poco o nada tienen en común, de una manera incoherente.

El origen rural de esta expresión hace referencia a dos clases de ovejas bien diferentes entre sí:

Las merinas son un tipo de oveja que se caracteriza principalmente por tener un pelaje corto, rizado, de color nacarado, casi sin manchas; y que proporciona por tanto una de las lanas de más calidad, por su finura y suavidad.

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Ovejas de raza merina.

Las churras sin embargo no son unas ovejas que se caractericen por la calidad de su lana, puesto que viven en  lugares con unos climas más fríos y rudos que las merinas, por lo que necesitan un pelaje más largo, áspero y basto; aunque destacarán por la excelente calidad de su carne, así como de su leche, con la que se fabrican deliciosos quesos.

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Ovejas de raza churra.

Por tanto, será algo “irracional” el cruzar ambos tipos de ovejas, pues el resultado nunca dará un animal con mejor lana que la merina, ni mejor carne o leche que la churra.

 

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