El Título. Más sobre el título

Como decimos, el título es el elemento paralingüístico más importante de todos, hasta el punto de haber adquirido un protagonismo enorme.

Históricamente se remonta a las palabras que voceaban los vendedores de periódicos sobre las informaciones que estos contenían.

Se trata de la imagen tradicional que muchas veces hemos visto en algunas películas donde estos vendedores gritaban “¡extra, extra!” para, a continuación, nombrar brevemente las noticias más importantes del periódico.

Es decir, el título de las mismas de forma tal que levantara la curiosidad de los/as lectores/as.

 

El título tiene un doble objetivo: informar sobre el hecho más importante de la información (lo noticioso) y captar la atención de los/as lectores/as. Sin embargo, para atraer al público con gancho no es necesario, como a veces se piensa, acudir al sensacionalismo.

En la profesión, la ética periodística exige que se atrape al público lector con una información veraz, rigurosa y de calidad, donde se vea la profesionalidad y responsabilidad de quien la escribe. Este es el gancho si queremos que nuestras futuras informaciones sean tomadas en serio y consideradas de buena fuente, ya que acudir a títulos fáciles hechos a base de sensacionalismos (o amarillismos) lo único que hacer es poner el énfasis en despertar una curiosidad, un morbo de los/as lectores/as que no es lo que se persigue con informaciones periodísticas que tienen detrás un derecho como es el de la información.

 

A continuación, daremos algunas claves para la redacción del título informativo (el usado en las noticias):

  • Visualmente, se extiende a varias columnas de texto y se escribe en negrita y con letra mayor: el protagonismo del titular se agudiza así con elementos y estrategias tipográficas.
  • El verbo del título debe ir en voz activa y en tiempo presente.
  • El título condensa el contenido del lead pero debe tener personalidad propia. Esto se consigue yendo al grano de una forma directa, clara, breve y concisa (el tiempo presente ayuda a conseguirlo). Lo que destaca es lo más importante de la información (el hecho noticioso por excelencia).
  • Absolutamente todas las noticias deben llevar título, aunque pueden prescindir de otros elementos que pueden acompañarlo (y que componen el titular), como antetítulos o subtítulos.
  • Como habíamos destacado al comienzo de este curso, el título debe pensarse antes de escribir la información (ya que debemos decidir cuál es el hecho noticioso antes de redactar). Sin embargo, aconsejamos dejar su redacción para el final.

 

MÁS SOBRE EL TÍTULO

Acabamos de dar algunas pautas para la redacción del título teniendo en cuenta que éste tiene que tener gancho, que es la parte más importante de la noticia y que debe ser directo, claro, breve y conciso. Para ello, se destaca la información más importante y el hecho noticioso que luego desarrollaremos en tiempo presente y voz activa.

Pero, además de estas pautas, queremos facilitar algunas más que nos ayudarán a conseguir más de nuestro título informativo. Veamos algunas de ellas:

  • La estructura de frase que usaremos será la que hemos aconsejado para el estilo informativo: SUJETO+VERBO+COMPLEMENTOS.
  • Procuraremos que no lleve signos de puntuación como comas, puntos, etc. ya que eso nos obligará a que la oración sea corta y sencilla (fácil de captar).
  • Acorde con lo anterior, el título no llevará oraciones subordinadas.
  • Los verbos que usemos deben ser lo más directos y exactos posibles, evitando verbos que suelen servir para todo como “hacer”, “decir”, “ir”, etc.
  • En el título podemos prescindir de nombre a una persona con el cargo y con todos sus datos (como aconsejábamos en el cuerpo). Se usará el término que mayor lo reconozca (suele ser el primer apellido pero hay excepciones). Por ejemplo: Zapatero baja la guardia. Ya en el lead y el cuerpo se darán todos los datos para situar la información de una manera más completa.
  • Intentaremos evitar siglas en nuestro título a no ser que sean claramente identificables y conocidas. Prescindir también de abreviaturas.
  • Evitar expresiones o palabras ambiguas.
  • Evitar los signos de exclamación, interrogación, puntos suspensivos, etc.; en definitiva, todos los signos que impliquen una valoración, expresión, sentimiento o planteamiento por parte de quien escribe.
  • Evitar los adverbios.

Javier Leal Madueño

Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Informáticas

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