Sistematización de la experiencia del DRM (III)

CONTEXTUALIZACIÓN

 

La importancia de la Microempresa en la región centroamericana, por su contribución al empleo, por el potencial aporte al producto interno bruto (PIB) y al desarrollo de la calidad de vida de las personas que en ella trabajan y dependen; así como, por la dificultad de generar crecimiento por su propio esfuerzo; exige una mayor y mejor calidad en la promoción de los servicios para su desarrollo. Esta exigencia, ha llevado en la última década y en los diferentes países de la región, a consagrar esfuerzos por fortalecer su entorno institucional de fomento.

 

Actualmente los desafíos de la promoción de la Microempresa pasan por el despliegue de: servicios financieros y servicios técnicos o de desarrollo empresarial. Dicho esfuerzo atraviesa el espacio meso cuya dinámica de sostenimiento tiene, cada vez mas, como soporte la dinámica de mercado.

 

Estos dos brazos de una misma tenaza exigen de las entidades que apoyan directamente a la Microempresa:1) adecuar sus estrategias de intervención, sus servicios; teniendo como preocupación la viabilidad de la Microempresa, en términos de su capacidad de generar acumulación, y 2) asegurar la sostenibilidad financiera de su propia institución, que pasa cada vez mas por la eficacia institucional y la generación de ingresos suficientes.

 

Sin embargo, el trabajo de promoción que realizan entidades del estado, cooperación internacional, organizaciones de empresarios y organizaciones no gubernamentales no ha logrado resultados que el crecimiento y desarrollo de la Microempresa exige.

 

Hoy la experiencia muestra que promover el desarrollo del sector es una estrategia integral que contribuye a resolver la gran variedad de obstáculos que enfrentan las Microempresas.

 

Es mas, la necesidad normativa de desarrollo que soporta la promoción y despliegue de servicios a la Microempresa fomenta el desenvolvimiento de un mercado centrado en la oferta de servicios sin que necesariamente exista una demanda o se exprese una necesidad, por ello se tiende a hablar de una demanda muda de los empresarios del sector. La oferta de servicios se genera con el fin de asegurar un nivel mínimo, definido como necesario, para dar respuestas a las necesidades de servicios de la población meta. Es entonces, responsabilidad de los proveedores directos de servicios lograr captar al consumidor cuyo perfil responda a los requerimientos establecidos en acuerdos y convenios (J. Bouchier, 2000).

 

La oferta de servicios no responde a la dinámica de mercado o ley de la oferta y la demanda. Se genera y evoluciona a medida que los estudios y experiencias en el terreno arrojan nuevos o mejores conocimientos sobre la Microempresa; a medida que los expertos consideran necesario y oportuno operar cambios en las políticas y en las metodologías de trabajo (J. Bouchier,2000).

 

Entonces se puede afirmar sin miedo que la promoción de los servicios a la Microempresa es compleja y cambiante. Pues convoca a un gran número de actores/agentes involucrados en la oferta y disocia y reparte las funciones de demanda en otros además del empresario (Huppert y Urban, 1998). El carácter intangible de los servicios como el contenido no comercial del mercado y de los servicios, donde participan proveedores predominantemente no comerciales, se encuentran generando un gran numero de actores involucrados en la oferta, así como en la demanda, en donde el centro de tomas de decisiones con respecto a su actividad productiva se encuentra en la mayoría de veces en el hogar (E. Dunn, 1996).

 

El sesgo importante entre la oferta de servicios y la demanda de la Microempresa, en un mercado centrado en la oferta, nos da cuenta de las deficiencias y necesidad de formar y fortalecer el recurso humano de las entidades involucradas en la promoción del sector.

 

Finalmente, se ha constatado que el recurso humano trabajando con las instituciones de apoyo al sector carecen de una formación adecuada, aún cuando su experiencia práctica pueda ser muy rica. En la mayoría de casos, también sucede que el recurso humano ha sido formado principalmente para trabajar con una visión marcadamente social y no económica ni empresarial (PROMICRO/OIT, 1997).

 

Todos estos factores ponen de manifiesto la necesidad de mejorar el recurso humano de las instituciones dedicadas al fomento y desarrollo de la Microempresa y justifican ampliamente la creación del Diplomado Regional en Microempresa.

 

Es importante contar con este contexto para sistematizar la experiencia de más de dos años de existencia del Diplomado, evaluar y medir el impacto del mismo como instrumento y servicio de conocimiento para fortalecer el recurso humano y la oferta de servicios para la promoción y desarrollo de la Microempresa. Al mismo tiempo, nos permiten situar el abordaje o enfoque para realizarlo.

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