Biodiversidad
En la agricultura convencional todos los organismos vivos que rodean al cultivo principal son considerados competidores del mismo y, por tanto, éste es el único que debe existir en la unidad de producción.
Sin embargo, uno de los fundamentos de la agricultura ecológica es la necesidad de que se den las interacciones ecológicas propias del funcionamiento natural del ecosistema en cuestión.
Para ello se debe recurrir a la diversificación, la cual se consigue:
- Asociando distintos cultivos en el mismo espacio (asociaciones).
- Sucediendo distintos cultivos en el tiempo en una misma parcela (rotaciones).
- Combinando asociaciones y rotaciones.
- Estableciendo barbechos o descansos.
- Incrementando la diversidad intraespecífica del cultivo a través de la utilización de distintas variedades de la especie cultivada.
- Asegurando altos ingresos de materia orgánica y con esto una alta diversificación microbiológica y una estructura óptima en el suelo.
- Eliminando el uso de agroquímicos convencionales y reduciendo el uso de otros fitosanitarios permitidos en agricultura ecológica, ya que estos pueden dañar a los propios enemigos de las plagas.
- Asociando al cultivo especies silvestres como setos y cubiertas vegetales naturales, tanto entre los cultivos como en los márgenes.
- Introduciendo actividad ganadera en la explotación.
La rotación o, en su caso la alternativa de cultivos, es el primer paso hacia la restauración de la biodiversidad en un agroecosistema. Se inicia así el camino del cambio desde una agricultura industrializada o convencional, hacia una agricultura ecológica. En la mayoría de los casos resulta aconsejable promover biodiversidad en el tiempo (rotación) y en el espacio (alternativa).
La biodiversidad tiene distintos efectos beneficiosos en el sistema, algunos de los cuales se recogen a continuación:
- Beneficios sanitarios. El incremento de la diversidad vegetal aumenta también la diversidad de la fauna auxiliar en los cultivos, lo que origina que los fitófagos estén más controlados. De la misma manera cuanto más diversidad microbiológica menos riesgo de enfermedades.
- Relaciones alelopáticas beneficiosas. Las plantas liberan sustancias al medio las cuales pueden favorecer o inhibir el desarrollo de otras en sus proximidades.
- Modificación beneficiosa de factores ambientales. Por ejemplo, las cubiertas vegetales potencian la capacidad de retención de la humedad. Los setos también mejoran el régimen hídrico y térmico del sistema, etc.
- Disminución del riesgo de erosión. Al incrementar la estabilidad mediante las raíces de las plantas de la cubierta, los setos, etc., se dificulta el arrastre del mismo por lluvias o vientos.
- Mejora paisajística. Al incrementarse el número de especies, lo hacen también las formas, lo colores, etc., en definitiva la composición visual del espacio y con ello el paisaje.
