Riesgos derivados para la salud del actual modelo productivo

Los escándalos alimentarios acaecidos durante los últimos años, han evidenciado los problemas de inseguridad existentes en los sistemas de producción actuales. El mayor problema de esta inseguridad, no se encuentra en los fallos puntuales que puedan ocurrir y ante los cuales se pueden tomar medidas, como los relativos a los casos de las vacas locas o los pollos con dioxinas. El problema fundamental radica en los propios principios de producción, en los que se utilizan sustancias químicas que pueden afectar la salud tanto de los consumidores, como de los propios productores.

L-2

Entre los riesgos que conlleva el actual sistema productivo se encuentran los siguientes:

-       Acumulación de ciertas sustancias muy tóxicas como los nitritos especialmente frecuentes en los vegetales.

-       Contaminación con productos químicos utilizados en los procesos de producción (hormonas, pesticidas, herbicidas, etc.).

-       Presencia de sustancias nutritivas de baja calidad y con efectos deletéreos para la salud, (por ejemplo las grasas hidrogenadas de la bollería industrial).

-       Presencia de aditivos en la mayoría de los alimentos diseñados para ser conservados durante un tiempo largo.

-       Pérdida de calidad nutricional de los alimentos producidos a base de fertilizantes químicos y otras sustancias químicas de síntesis.

-       Baja calidad de los alimentos, asociada a un mal cuidado del producto vivo. Así, muchos sistemas de producción animal reducen el bienestar de estos y con ello la calidad de los alimentos que producen.

Otros problemas relativamente recientes son los asociados a los organismos genéticamente modificados (OGM), alimentos a los que se han incorporado genes de otras especies y que pueden producir sustancias potencialmente dañinas para la salud.

Los alimentos producidos en sistemas ecológicos poseen, según varios estudios contrastados, una mayor seguridad alimentaria, calidad biológica, nutricional y organoléptica. Por otro lado, la producción ecológica produce un menor impacto ambiental y socialmente resulta más justa, por lo que el consumidor también ve un aliciente de carácter ético en su consumo.

La no utilización de pesticidas, herbicidas, fertilizantes, u otras sustancias de síntesis química, en la agricultura ecológica, proporciona a estos productos una enorme garantía de seguridad alimentaria. En ocasiones no obstante, aparecen en estos productos cierta cantidad de contaminantes, lo que es debido a la contaminación difusa que se puede producir de campos convencionales cercanos.

Actualmente están autorizadas, para su uso en agricultura en la Unión Europea, unas 750 sustancias de las conocidas como agrotóxicos, existiendo niveles permitidos para estas sustancias en alimentos presentes en la alimentación diaria habitual.

Todo parece indicar que no es saludable ingerir sustancias agrotóxicas diariamente, a pesar de que se encuentren en una concentración inferior a la permitida, por varias razones entre las que se encuentran las siguientes:

-       Se ha comprobado que los efectos estrogénicos débiles de ciertos  compuestos, se multiplican por más de 100 cuando se combinaban, con ciertos pesticidas.

-       Muchos agrotóxicos se acumulan en nuestro organismo, el cual no es capaz de destruirlos eficientemente, interfiriendo el normal metabolismo de procesos biológicos muy delicados y resquebrajando la capacidad curativa del organismo.

-       Esta incapacidad de los organismos de destruir eficientemente los agrotóxicos, hace que se acumulen en diferentes tejidos, produciéndose lo que se conoce como bioconcentración, que es el proceso de amplificación de las concentraciones de agrotóxicos a través de la cadena de alimentación, los organismos situados en la parte superior de las cadenas alimentarias, registran los mayores niveles de concentración de sustancias agrotóxicas ya que se alimentan de organismos que ya poseen problemas al respecto.

-       Otro efecto que varios estudios relacionan con el consumo de agrotóxicos, es la caída de la concentración de espermatozoides en el esperma de los hombres de países occidentales, registrada en los últimos años.

Los efectos sobre la salud de estas sustancias agrotóxicas son muy diversos, dada la gran variedad de su naturaleza química. Seguidamente se recogen algunos ejemplos conocidos del efecto de un grupo de biocidas muy utilizadas en la producción convencional:

-       Glifosato: Su transformación en N-nitroso-glifosato, da como resultado una sustancia con posible carácter cancerígeno.

-       Clorpirifos y Metil-clorpirifos: Insecticidas organofosforados acumulativos pueden producir daños al feto.

-       Procimidona: Fungicida que puede causar cáncer y actuar como disruptor de andrógenos.

-       Endosulfan: Insecticida organoclorado posiblemente contaminado con dioxinas, que puede causar un desarrollo sexual anormal y alteraciones reproductivas además de cáncer.

-       Captan: Fungicida que puede causar cáncer, hiperactividad y daños en la piel, los ojos y los riñones.

-       Malatión: Insecticida organofosforado que puede causar daños genéticos y en el sistema inmunológico, defectos de nacimiento, etc.

Algunos de los productos resultantes de la descomposición de los agrotóxicos resultan ser aún más perjudiciales para la salud que la sustancia original. Sirva como ejemplo, el paraoxón, metabolito del insecticida paratión, que aumenta la inhibición del enzima colinesterasa (sistema nervioso).

Mención especial como agrotóxico merecen los nitratos y nitritos, los cuales tienen efectos negativos para la salud.

Los nitritos provocan la transformación de hemoglobina en metahemoglobina, compuesto incapaz de captar y ceder oxígeno de forma funcional. Los recién nacidos que consumen aguas con concentraciones por encima de 10 mg/l de nitrato o 1 mg/l de nitrito pueden presentar deficiencias respiratorias y el síndrome del bebe cianótico.

Una vez formados los nitritos, éstos pueden reaccionar con las aminas, sustancias muy abundantes en nuestro organismo, originando las nitrosaminas, compuestos con acción cancerígena comprobada. En laboratorio, se ha probado que alrededor del 75% de las nitrosaminas pueden originar cánceres hepáticos y, con menor frecuencia, de páncreas, estomago, pulmón, riñones y esófago.

El peligro de los nitratos por su parte, es que pueden ser reducidos a nitritos en el interior del organismo, sobre todo en los niños de menos de tres meses de edad, y en adultos con ciertos problemas de salud.

Los nitratos y nitritos se encuentran principalmente en las hortalizas producidas de forma convencional y que provocan efectos serios sobre la salud humana. Un exceso de utilización de purines como abono o una baja densidad lumínica, pueden aumentar de forma indeseable estos compuestos incluso en los cultivos ecológicos.

Los nitritos también pueden formar compuestos cancerígenos con ciertos residuos de plaguicidas, como los dicarbamatos (fungicida).

Contenidos que te pueden interesar
Este sitio usa cookies para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico. Ninguna cookie será instalada a menos que se desplace exprésamente más de 400px. Leer nuestra Política de Privacidad y Política de Cookies. Las acepto | No quiero aprender cursos gratis. Sácame