Surrealismo
Para encontrar los orígenes del surrealismo como movimiento artístico tenemos que retroceder hasta 1919, en el momento en que A. Breton y P. Soupault conciben la escritura automática, que básicamente es escribir lo que a uno se le pasa por la cabeza, sin seguir ningún tipo de norma o concepto; lo que origina creaciones “sin sentido”, sin que intervenga el control de la mente.
Breton.
El surrealismo no va a ser un estilo artístico “a secas”, sino que irá mucho más allá y se convertirá en una actitud y estilo de vida para sus seguidores.
Las bases principales y fundamentales de este movimiento van a ser el marxismo en forma de rechazo al mercado así como a la cultura y valores de la sociedad burguesa del momento; la exploración del subconsciente; y el psicoanálisis de Sigmund Freud.
Estas bases serán expuestas al gran público en 1924 mediante la publicación del “Manifiesto Surrealista”, que no será el único, ya que en 1929 se publicará otro donde se criticará a algunos de los más destacados artistas de esta corriente (Picabia y Masson) por no seguir las teorías marxistas (y la politización del movimiento, mucho más evidente a partir de la adhesión al Partido Comunista de Breton en 1925) y crear obras para los mercados de arte.
Man Ray y Salvador Dalí.
Tratarán en todo momento de estampar en sus obras el subconsciente humano, lo que ellos consideraban como la esencia misma de las personas, lo más profundo e íntimo; de manera que se pudiera comprender a estas de una mejor manera.
En 1938 alcanza su cenit al celebrarse en París la Exposición Surrealista Internacional, pero poco durará este punto álgido, pues en breve estallará la II Guerra Mundial y la actividad artística en Europa se verá paralizada.
Muchos artistas acaban exiliándose, como es el caso de Breton, que marcha a Estados Unidos, donde influirá de manera capital en el desarrollo del expresionismo abstracto.
Miró.
Sus principales figuras serán:
-Ernst.
-Tonguy.
-Magritte.
-Dalí.
-Cahun.
-Masson.
-Delvaux.
-Arp.
-Chagall.
-Miró.