El funcionamiento del microondas

El nombre del horno microondas ya da una idea de como funciona. El electrodoméstico genera ondas electromagnéticas en alta frecuencia para calentar los alimentos.

La energía de las ondas es absorbida fundamentalmente por el agua contenida en los alimentos, esto es debido a que la molécula del agua es un dipolo eléctrico, tiene una carga positiva en un extremo y una negativa en el otro extremo. Al emitir las ondas éstas cargas giran tratando de alinearse con el campo eléctrico alterno de las microondas. Al moverse rozan entre ellas y aumentan su temperatura.

El calentamiento por microondas es más eficiente en agua líquida porque permite un mayor movimiento de las moléculas.

Las moléculas de grasas y azúcares también presentan una dipolaridad pero esta es más pequeña por lo que son menos eficientes a la hora de transformar las ondas en calor.

Se suele pensar que el alimento se calienta de dentro hacia fuera. La verdad es que el primer material que choca con la onda es el primero que se calienta, es decir, de fuera hacia dentro, lo que pasa a veces es que la parte superficial del alimento está seca y entonces lo que se calienta primero es la zona algo más interior que contiene más cantidad de agua. 

El horno microondas se inventó cuando el científico Percy Spencer trabajaba en la tecnología de radares en 1946 y se dio cuenta de la capacidad de calentar alimentos rápidamente. Ese mismo año la empresa para la que trabajaba, Raytheon Company, solicitó una patente para emplear las microondas para los alimentos. En 1947 salió al mercado por primera vez. Media 1,60m de altura, pesaba 80kg y necesitaba conectarse al agua para refrigerarse.

Al principio hubo cierta desconfianza por este nuevo producto, se pensaba incluso que era peligroso. Actualmente se sabe que el único peligro está en que te puedes quemar con el alimento si lo calientas mucho y no tienes paciencia para esperar a que se enfríe.