El proceso de evaluación permite verificar el cumplimiento de los
objetivos educativos y comprobar que se ha producido el aprendizaje previsto. Se trata, por tanto, de evaluar
lo que el alumno ha aprendido después de la fase de enseñanza. Es preciso distinguir los términos verificación
y evaluación del aprendizaje. Definimos verificación como
el proceso por el que se comprueba lo aprendido por el alumno. Mientras que denominamos
evaluación al proceso de atribución de valor que se traduce en una calificación o nota.
Mediante la evaluación se valoran los resultados obtenidos en el
proceso educativo. Evaluación es el proceso de obtención de información y de su uso para formular juicios
que se utilizan para tomar decisiones.
Los objetivos de los sistemas de evaluación del aprendizaje de los
alumnos son, entre otros:
servir para valorar el grado de cumplimiento de los objetivos educativos, diagnosticar errores
conceptuales, habilidades o actitudes de los alumnos o para analizar las causas de un aprendizaje deficiente y tomar las medidas
correctoras oportunas.
El sistema de evaluación
es fundamental que sea capaz de valorar de forma efectiva el aprendizaje
y no la mera memorización. Lo que importa es adquirir la capacidad de reflexión,
de observación, de análisis, espíritu crítico
y ser capaz de adaptarse a nuevas situaciones y resolver nuevos problemas.
Podemos distinguir tres fases que deben estar presentes en el proceso de
evaluación:
A) Preparación. Se trata
en esta fase de describir la información necesaria, de construir
los instrumentos de recogida de información,
así como especificar los juicios a emitir y las decisiones a tomar.
Se trata de preparar, de elaborar la prueba, el examen
y de decidir previamente a la realización del mismo, por parte de
los alumnos, las características que va tener y los
criterios a aplicar para su corrección.
B) Obtención de la información.
Supone la realización de ejercicios, test, realizar observaciones,
que nos permita obtener información
y registrarla.
C) Toma de
decisiones. Consiste en formular
juicios, tomar decisiones, resumir y dar a conocer la evaluación.
Con respecto a los tipos de sistemas de evaluación, tradicionalmente
se han distinguido los denominados sistemas de
evaluación objetiva y subjetiva. Esta clasificación hace
referencia a la influencia de los juicios personales del evaluador en la calificación de una determinada prueba. En este sentido, podemos
distinguir:
A) Evaluación
objetiva. Es la
que no depende de la apreciación subjetiva del evaluador, puesto
que las cuestiones planteadas están
perfectamente delimitadas y admiten una única solución. Este
es el caso de los exámenes que utilizan un test,
con las preguntas cerradas y que sólo admiten ciertas soluciones
como correctas.
B) Evaluación
subjetiva. La calificación
puede variar de un profesor a otro al no existir una escala objetiva de medida. Influye en
la nota, la percepción subjetiva del evaluador.
Otra clasificación tradicional de los sistemas de evaluación,
distingue la evaluación absoluta y la relativa, siendo:
A) Evaluación absoluta. La que
de antemano fija los criterios de calificación y asigna un valor
determinado a las cuestiones que servirán
para la verificación.
B) Evaluación relativa. La calificación
del alumno concreto depende del resultado obtenido por el resto de la clase
o grupo. De tal modo,
que la calificación de un alumno depende del promedio obtenido por
el grupo de referencia.