Tipos de Preguntas.

Los estudiantes aprenden de forma diferente y apreciar estas diferencias nos puede ayudar a enseñar mejor.

Desde el punto de vista docente, para lograr llegar a una amplia variedad de estilos de aprendizaje, no es necesario realizar cambios sustanciales en la metodología, se logran variantes:

  • Utilizando material visual: fotos, dibujos, diagramas, etc. para ilustrar y reforzar el significado de los conceptos. Mostrar vídeos o asistir a la práctica real de la teoría presentada.
  • No empleando toda la clase en una exposición oral del tema, que sólo beneficia a los/as estudiantes con un estilo de aprendizaje auditivo. Proporcionar intervalos para que los/as estudiantes piensen en lo que se presenta y asignar algún ejercicio escrito breve de aplicación.
  • Proporcionando explicaciones sobre el significado de los términos técnicos presentados para facilitar la comprensión y adquirir habilidad en la comunicación escrita y la interpretación.

El rendimiento académico grupal mejora considerablemente cuando los métodos de instrucción docente concuerdan con el estilo de aprendizaje de los estudiantes. Cuando esto no es así, los/as estudiantes se ven forzados a utilizar funciones de menor preferencia personal. Es como pedir a un estudiante diestro que use la mano izquierda durante el curso. Aunque desarrolle esta habilidad, su rendimiento estará por debajo de su potencial y el aprendizaje será estresante.

Es importante emplear metodologías docentes que abarquen varios tipos de inteligencia y, especialmente, evaluar considerando estas variedades. Por ejemplo, puede emplearse una metodología deductiva o inductiva.

Deductiva – el/la docente presenta la información y luego propone una actividad o solicita que se respondan preguntas sobre la información presentada.

Inductiva – el/la docente solicita que se haga una actividad (resolver un problema, responder preguntas, realizar algo práctico, etc.), ANTES de dar la información de cómo hacerlo. Para muchos/as estudiantes las explicaciones tienen más significación si se reciben DESPUÉS de haber experimentado o pensado en una idea o concepto.

Durante la actividad en el salón de clase o para fomentar la participación grupal, las preguntas son fundamentales.  

Muchas veces durante el desarrollo de una clase, al hacer una pregunta, los/as estudiantes no captan bien lo que se les ha pedido porque están distraídos, están tomando apuntes o porque necesitan escuchar la pregunta nuevamente. Repetir la pregunta con las mismas palabras o con otras, les ayuda en el proceso de comprensión y les da más tiempo para elaborar una posible respuesta.

El tiempo de espera o pausa que utiliza el/la docente al hacer una pregunta, generalmente no es el indicado ya que, con frecuencia, los/as docentes hacen preguntas y rápidamente las repiten, las reformulan o las responden ellos mismos. Esto suele ocurrir porque se quiere ahorrar tiempo o se piensa que el/la estudiante no sabe la respuesta o le da vergüenza contestar.

Se ha demostrado, sin embargo, que cuando los/as docentes toman conciencia de la necesidad de esperar unos 4 o 5 segundos, en vez del típico 1 o 2 segundos, más estudiantes responden y, además, dan respuestas más elaboradas.

Los/as estudiantes estarán más dispuestos/as a participar si se formulan preguntas abiertas que permitan interpretar, analizar, evaluar y explicar, es decir, dirigidas a estimular el pensamiento crítico.

La pregunta “expositiva” es la que generalmente se emplea para saber si el/la estudiante sabe o recuerda. Investigaciones sobre el tema, especialmente la realizada por el Prof. Ken Bain mencionado en la lección 2, indican que los/as docentes tienen una tendencia – heredada de sus propios profesores/as – a cuestionar continuamente los conocimientos y comprensión de los/as estudiantes. Son formas de realizar un examen constante.

Las preguntas de evaluación, análisis y las de variedad de posibilidades en la respuesta, no se suelen utilizar con mucha frecuencia en el salón de clase, aunque está comprobado que el grupo de estudiantes estaría más dispuesto a participar ante este tipo de preguntas.

 

ESTRATEGIAS PARA PREGUNTAS EFECTIVAS.

  • Formular una pregunta a la vez, tratando de que sea breve y clara. Evitar respuestas de SI/NO, preguntar ¿por qué?, ¿cómo?, etc.
  • Esperar en silencio por la respuesta, al hacer una pregunta. La paciencia en la espera demuestra que se quiere una participación en base a un pensamiento profundo.
  •  Si alguien responde correctamente, conviene preguntar al resto del grupo lo que piensan. Es una buena forma de involucrar al resto en la discusión.
  • No conviene interrumpir a quien está respondiendo, aun cuando se observe que la respuesta es incorrecta Esperar un par de segundos cuando termine y consultar a los demás.
  • Corregir la respuesta incorrecta con mucho tacto. Corregir la respuesta, no al estudiante, diciendo por ejemplo: “no creo que la respuesta sea correcta”, en lugar de decir: “estás equivocado/a”. Si alguien necesita ayuda en la respuesta, buscarla en el resto de los/as estudiantes y no darla directamente.
  • Otra estrategia de mucha ayuda para los más tímidos y en grupos grandes es solicitar que escriban preguntas sobre el tema y las entreguen en la siguiente clase. El docente las presenta como aporte del grupo.
  • Cuando un/a estudiante hace una pregunta, especialmente en grupos grandes, puede ocurrir que el resto no la escuche. Conviene que el/la docente repita la pregunta en voz alta para todos. Si la pregunta no es muy clara, el/la docente puede repetirla de otra manera, para clarificar el texto.
  • Cuando se trata de preguntas difíciles o con conceptos equivocados, conviene recurrir a la diplomacia y no emplear comentarios humorísticos o incómodos. Recordar siempre: el grupo siempre está a favor de sus pares, de sus compañeros/as. Un docente que pone en ridículo a un/a estudiante, siempre pierde. Si hace lo posible para ayudar a un/a estudiante nervioso/a o confuso/a, gana la aprobación del resto.
  • Admitir cuando no se sabe una respuesta. Se puede decir, es una buena   pregunta y solicitar al resto si conocen la respuesta, sugerir formas de encontrar la respuesta y ofrecerse para lograrla para la próxima clase.
  • Ante estudiantes que quieren monopolizar la actividad de preguntas y respuestas o el debate grupal, conviene decir que han presentado muy buenas preguntas u opiniones y que ahora escucharemos también al resto de los compañeros/as.
  • Si al presentar un tema queremos alentar al grupo a realizar preguntas, en lugar de preguntar si "tienen alguna pregunta", es mejor reformularla y preguntar "qué preguntas tienen". En este último caso está implícita la idea de que el/la docente espera que haya preguntas y la reacción de grupo es más positiva. 

 

Las preguntas de Bajo Nivel y de Alto Nivel Cognitivo

En 1948 un grupo de educadores asumieron la tarea de clasificar los objetivos educativos. Propusieron desarrollar un sistema de clasificación en tres aspectos: el cognitivo, el afectivo y el psicomotor. El trabajo del objetivo cognitivo se terminó en 1956 y se destacaba la participación de educador Benjamin Bloom. Este trabajo normalmente se denomina Taxonomía de Bloom.

Esta taxonomía tiene una estructura jerárquica de seis niveles, que va de lo más simple a lo más complejo, hasta llegar al nivel de evaluación. Se trata de avanzar de nivel, a través de preguntas, hasta conseguir los niveles más altos.

La idea fundamental es que las preguntas se utilicen para enseñar, más que para evaluar a los/as estudiantes.  La pregunta tiene un enorme valor para mejorar el aprendizaje ya que el/la estudiante reflexiona, dialoga, confronta o corrobora el conocimiento, estimulándolo/la a pensar de forma crítica.  

A través de la estructura de Bloom, se elaboran preguntas para evaluar, examinar, interpretar, comparar, criticar, juzgar o tomar decisiones y orientan a reflexionar el conocimiento a través de la inferencia, la discusión, la argumentación o la comprobación del conocimiento, evitando que se acepten conocimientos superficiales o que se llegue a conclusiones equivocadas.

Las preguntas de “bajo nivel” no logran estimular el pensamiento crítico. Preguntar como docente, por ejemplo: “¿qué es la polución?” y esperar la respuesta correcta, según yo la pienso o según la presenté en clase, es como decirle al estudiante: “¿adivina lo que estoy pensando?”  

El uso de preguntas de “alto nivel”, sin embargo, es una de las mejores formas para estimular el aprendizaje y desarrollar los procesos mentales. (https://www.teachervision.com/teaching-strategies/levels-questions-blooms-taxonomy)

 

TIPOS DE PREGUNTAS PARA LA EVALUACIÓN DE CONOCIMIENTOS

A. Preguntas de BAJO nivel

CONOCIMIENTO –  Preguntas para evaluar si se recuerda                                       información anteriormente aprendida referida a ideas, hechos, geografía,                   fechas, nombres, personajes de interés, definiciones, etc. de una manera                   aproximada a cómo las ha aprendido. Estas preguntas evalúan la habilidad de             recordar e identificar información, utilizando:

¿qué?, ¿quién?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo? ¿cuál? ¿cuántas?

Para formular este tipo de preguntas usar estos verbos: describir, citar, definir, identificar, hacer una lista, hacer un esquema, combinar, nombrar, seleccionar, indicar.

Ejemplos: ¿Cuál es la ciudad más grande de Brasil?, ¿Quién escribió la Ilíada y la Odisea?,  ¿Cuántos gramos hay en medio kilo? ¿Cuál es la diferencia entre lago, río y océano?

 

COMPRENSIÓN –  Preguntas que evalúan lo que se ha aprendido demostrando que se es capaz de presentar la información de otra manera, encontrando relaciones con otra información o asociada a otros hechos y decir las posibles causas y consecuencias.

Estas preguntas evalúan la habilidad de leer contenidos e interpretarlos con nuestras propias palabras y mencionando cuál es la idea principal.  

Para formular este tipo de preguntas, usar estos verbos: clasificar, describir, distinguir entre, explicar, dar ejemplos, interpretar, resumir, estimar, ilustrar.

Ejemplos: ¿Cómo ilustraría el ciclo del agua?, explique la idea principal en el texto, resuma en un título, el texto de este artículo periodístico.

APLICACIÓN –  Preguntas que evalúan la capacidad de utilizar lo que se ha aprendido, aplicando las destrezas adquiridas a nuevas situaciones que se presenten. La aplicación se refiere a utilizar la información recibida en situaciones nuevas y concretas para resolver problemas  dando ejemplos de por qué algo es importante.  

Su objetivo no solo es conocer si se ha interpretado determinado conocimiento, sino también si se es capaz de aplicarlo..

Para formular este tipo de preguntas, usar estos verbos: aplicar, demostrar, relacionar, mostrar, resolver, utilizar, preparar, confeccionar, calcular, determinar, interpretar.

Ejemplos: ¿Cómo utilizaría su conocimiento de latitud y longitud para localizar Islandia en un mapa?, si hay 20 cms. de agua en una habitación, y se tiene una manguera, ¿cómo se utilizaría la manguera para sacar el agua? Dos niños gemelos y criados bajo el mismo sistema de influencias educativas manifiestan curvas de rendimiento y conductas diferentes en la vida escolar, ¿cuáles pueden ser las causas?

 

B. Preguntas de ALTO nivel

ANÁLISIS –  Preguntas que evalúan la capacidad de descomponer el todo en            sus partes y solucionar problemas a partir del conocimiento adquirido. En el                análisis se va del todo a las partes que lo componen formulando preguntas                sobre ¿algunas características de…? ¿cómo se comparan…? ¿qué evidencia se puede encontrar…?

Para formular este tipo de preguntas, usar estos verbos: analizar, asociar, determinar, diferenciar, discriminar, distinguir, esquematizar, resumir, identificar las causas, realizar un diagrama/esquema, categorizar, contrastar

Ejemplos: Identificar algunas de las causas que provocan la lluvia ácida, contrastar los puntos de vista de ambos bandos en la Guerra Civil española, distinguir las características que diferencian a los mamíferos de las aves.

 

SÍNTESIS – Preguntas que evalúan la capacidad de crear, integrar, combinar ideas aplicando el conocimiento y habilidades adquiridas para proponer o producir algo nuevo u original. En la síntesis se va desde las partes al todo formulando preguntas sobre qué se puede predecir sobre…, qué pasaría si combinara…, cómo diseñaría…, qué soluciones se pueden aportar para..., qué plan podría elaborarse para…

Para formular este tipo de preguntas usar estos verbos: combinar, construir, crear, diseñar, desarrollar, formular, modificar, planear, proponer, re-organizar, categorizar, adaptar, elaborar hipótesis, sustituir.

Ejemplos: ¿Cómo adaptaría estas partes para construir una alarma?, ¿qué cambios propondría en una población que pudiera respirar bajo el agua?, combinar estas formas geométricas para construir una torre de vigilancia, ¿qué se puede hacer para minimizar el efecto invernadero?

 

EVALUACIÓN –  Preguntas que evalúan la capacidad de emitir juicios sobre el valor de algo, decidir o resolver controversias o diferencias de opinión, o la validez de un trabajo y de las conclusiones, formulando preguntas sobre si se está de acuerdo con algo, qué opina sobre el tema, qué criterio utilizaría para evaluar algo, etc.

La evaluación requiere un juicio sobre, por ejemplo, el valor de una idea, de un candidato, de una obra de arte o una solución para un problema. Cuando se utiliza la metodología de resolución de casos, se está trabajando a este nivel. Las preguntas de evaluación no tienen una única respuesta correcta.

Para formular este tipo de preguntas, usar estos verbos: evaluar, comparar, criticar, discriminar, interpretar, juzgar, justificar, apoyar, valorar, decidir, presentar en orden de importancia.

Ejemplos: ¿cómo evaluaría su trayectoria estudiantil hasta este momento?, presentar en orden de importancia a los personajes de la historia, valore la intervención de Cristóbal Colón en la llegada europea a América, ¿cuál es la importancia de los esclavos africanos en la economía de la América colonial?

 

IMPORTANTE:

Preparar y formular preguntas dirigidas a que el/la estudiante demuestre el entendimiento de un tema. 

Hugo Valanzano Falero

Docente universitario. Licenciado en Biblioteconomía. Docente de Inglés Técnico. Postgrado en docencia universitaria.

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