Carga mental
La carga de trabajo mental comprende tareas de procesamiento de la información a partir de conocimientos previos, memorización, tomar decisiones, razonamiento, búsqueda de soluciones, coordinar tareas y aspectos afectivos. Requieren concentración sostenida y autocontrol emocional.
Las tareas muy largas, monótonas o repetitivas puede llevar a la hipovigilancia: una sensación de estancamiento en actividades de detección apenas cambiantes, o saturación mental con fuerte rechazo emocional de la situación, ira, disminución del rendimiento, fatiga y pensamientos de retirada.
A estas exigencias de la tarea hay que añadir las condiciones ambientales, como el ruido, iluminación, condiciones atmosféricas, olores desagradables... factores organizativos y otros (situación económica personal, cultura de trabajo de la empresa).
Hay numerosas características individuales que incremental o reducen el desfase entre exigencias y esfuerzo para satisfacerlas, como la autoconfianza, los estilos de afrontamiento, edad, constitución física...
Medidas preventivas
- Nuevas formas de organizar el trabajo.
- Mantener al empleado con la debida formación, además de instruirle en destrezas y estrategias adecuadas para el puesto.
- Facilitar la ayuda al empleado en caso de necesitarla.
- Reducir o aumentar la carga informativa y facilitar conseguir la información relevante en cada momento.
- Proporcionar la ayuda necesaria para que no se sobrepasen los niveles manejables de mantener la atención.
- Reorganizar el tiempo de trabajo, incluyendo las pausas.
- Rediseñar el lugar de trabajo.
- Reformular el contenido del puesto de trabajo.
- Simplificar los procedimientos de trabajo para hacerlos más útiles.
