Estilos de dirección

Según estudios de Bachman, el empleo del poder coercitivo se relaciona inversamente con la satisfacción laboral y el desarrollo del trabajo. El poder basado en recompensas y castigos sólo produce acatamiento externo.

La dirección por objetivos ha resultado exitosa en numerosas organizaciones:

  • Se fijan unos objetivos generales para la empresa, que a su vez comprende los de cada departamento, que a su vez integra los de cada empleado.
  • Los empleados reciben formación para el desempeño de la tarea y la gestión del tiempo, la empresa facilita los medios y recursos.
  • Existe un feedback del proceso y resultados conseguidos.
  • La supervisión se encarga de controlar el producto final.
  • Con todo ello se consigue la identificación del empleado con la empresa y por tanto el trabajo cobra sentido e importancia.
  • La participación de los trabajadores en la fijación de objetivos hace que sean percibidos como realistas y justos.
  • Eleva la autonomía, iniciativa, responsabilidad, permite modular las pausas y el ritmo, hay menos interrupciones en el proceso de trabajo.

Por tanto el estilo de mando democrático y participativo puede promover el control sobre el propio trabajo.

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