Relación con la asertividad

De todo lo leído hasta ahora podemos deducir que la forma de expresarnos con los demás tiene su importancia y al mismo tiempo es una fuente de estrés.

La asertividad es la habilidad personal que nos permite expresar de forma adecuada y en el momento oportuno opiniones, pensamientos y emociones, pero sin negar o menospreciar los derechos de los demás. 

"Mucha gente necesita aprender sus derechos personales, como expresar pensamientos, emociones y creencias en formas directas, honestas y apropiadas sin violar los derechos de cualquier otra persona. La esencia de la conducta asertiva puede ser reducida a cuatro patrones específicos: la capacidad de decir "no", la capacidad de pedir favores y hacer requerimientos, la capacidad de expresar sentimientos positivos y negativos, y la capacidad de iniciar, continuar y terminar conversaciones" R. Lazarus.

Ahora que tenemos más claro este concepto podemos distinguir la asertividad de la pasividad y la agresividad.

Dentro de los factores de personalidad que pueden influir en la capacidad de relacionarse en el entorno laboral están las habilidades sociales, concretamente la asertividad.

En una situación de conflicto la persona asertiva analiza el problema y propone soluciones. El empleado pasivo no defendería sus opiniones y derechos y quedaría a merced de los compañeros y superiores. Por otra parte, el trabajador hostil mantiene una relación difícil con los compañeros, por lo que se vislumbran tarde o temprano los malentendidos y disensiones.

Ambos comportamientos harán difícil que la víctima gestione y negocie las dificultades y será menos probable que los trabajadores se muestren comprometidos con su puestos de trabajo y con la empresa.

Hay que tener en cuenta que cuanto más asertivo sea el individuo en su trabajo y más dispuesto se halle a mostrarse como es, más satisfacción obtendrá. Pero lo más importante es que disponemos de estudios que demuestran el papel moderador de la ansiedad social y la asertividad en el acoso psicológico.

En un estudio de Moreno-Jimenez, Bernardo, aplicado sobre una muestra de población trabajadora inmigrante, se constata que el nivel de asertividad correlaciona negativamente con la inequidad laboral y la ansiedad social, es decir, a mayor habilidad asertiva menor sensación de injusticia laboral y ansiedad en relacionarse con compañeros y superiores.

Un segundo estudio de los mismos autores, puede resultarnos incluso más clarificador, más cercano a la realidad, ya que se realizó con personas que demandaron asistencia en asociaciones contra el acoso de varias regiones españolas.

Estos fueron los resultados:

  • Mayor sintomatología somática en las mujeres que en los hombres.
  • Menos deterioro de la salud cuando se tiene una alta asertividad.
  • En situaciones de acoso aquellos trabajadores que presentaron altos niveles de ansiedad social y locus de control externo (percibir que los sucesos ocurren principalmente por efecto de las propias acciones) presentaron una salud más deteriorada. 
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