Convenciones con su Personal

No importa que su empresa o negocio sólo tenga una empleada usted debe de hacer una convención, por lo menos, cada año.

Y la puede realizar en un restaurante, en el restaurante de un hotel o donde sea y que no le resulte caro. Lo importante es que en esa reunión se informe a su personal de los objetivos, estrategias y tácticas que se van a llevar a cabo en los próximos meses (en el próximo año).

Tal vez esté pensando “qué ridículo me voy a ver haciendo una convención con el único empleado que tengo”. Bueno si le molesta llamarle convención, llámele reunión de trabajo anual y prepare todos los temas que usted piense se deben de realizar para alcanzar los objetivos de venta.

Si esto se lo pedimos a un jefe, dueño o gerente que no ha tomado este curso, le parecerá absurdo y fuera de lugar.

 

Va de cuento: Recuerdo la primera convención en la que participé; mi puesto era gerente de promoción en los laboratorios Richardson Merrell. La fuerza de ventas (representantes médicos) estaba compuesta por unos 110-120 elementos a nivel República. En total, con directores y ejecutivos, éramos un equipo de ventas compuesto por unas 150 personas; todos nos dimos cita en un gran hotel de 5 estrellas de Acapulco, Gro.

Estuvimos 3 días y cuatro noches sesionando de las 08:00 a las 14:00 horas; y éramos “chinos libres” a partir de las 2 de la tarde. 

A las 08:00 del día siguiente, todos estábamos puntualmente iniciando una jornada más de planeación de objetivos, de estrategias y de tácticas para el lanzamiento exitoso de un nuevo medicamento.

Nunca escuché una queja o una objeción de nadie con respecto a este sistema de convenciones o juntas de trabajo.

Sí, se trabajaba duro de 8 a 2 de la tarde pero de las 2 hasta las 8 de la mañana del día siguiente vivíamos intensamente. Estos maratones pachangueros (se utiliza en algunos países como sinónimo de fiesta) obraban milagros entre todos los vendedores, ejecutivos y directores.

Se cargaban las “pilas” y cuando se regresaba al trabajo, éste se realizaba con gran entusiasmo y fervor casi fanático. Los resultados que se obtenían, casi siempre sobrepasaban las expectativas esperadas. La convención en playa había costado un platal, pero al final, se había ganado un dineral.

Con la historia anterior no pretendo que usted y su único empleado se vayan a la playa y se pachangueen 3 días. Lo único que he pretendido es decirle que vale la pena que usted haga una reunión de trabajo (por si no le quiere llamar convención), que rompa la rutina, que cambie de ambiente a uno más formalmente casual y que esta reunión sirva de estímulo y motivación para que usted y su único empleado se partan el alma por alcanzar los objetivos del negocio y lo consigan.

 

Colofón de este capítulo: Las 2 prioridades de todo gerente son:

1. Productividad para el negocio.

2. Motivación para los empleados.

Reynaldo Andres Serrano Becerril

Profesor de Mercadotecnia, ventas y atención y servicio al cliente en Universidad Anáhuac 1985-2010

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