Errores en la primera etapa de educación infantil

Errores en la primer etapa

El Llanto del bebé

La enfermera que asistía al pediatra de cabecera de mi hija arrebató amable y sonriente a Ayelén de los brazos de mi ex esposa. Juanjo es un pediatra excelente, asistió a mi hija desde el mismo instante del parto y durante toda su niñez.

La enfermera no quiso ser descortés, solo quiso ser eficiente en su tarea. Antes de que Juanjo la revisará, ella tomaría notas de sus cambios físicos. Hábilmente manipulaba a mi hija con seguridad y maestría. La estiró para medirla, la colocó velozmente en la balanza, pero no alcanzó a anotar su peso cuando yo había recuperado a mi hija y la apretaba contra mi pecho hasta que cesó de llorar.

Arrancada de los brazos maternos, la pequeña de menos de dos meses de vida pensaría sin dudas que había sido atrapada por un depredador, y que iba a ser devorada sin compasión. ¿Crees que exagero?. La mente instintiva de mi pequeña reaccionó con su única herramienta para salvar la vida, el terror que deriva en un fuerte llanto para alertar a los padres de que corre peligro. Así lo han hecho nuestros antepasados durante millones de años.

"¿Qué pasó?" preguntó Juanjo que había estado de espaldas buscando unas fichas de anotaciones en sus archivos. Con la cara de mi beba contra mi cuello yo le siseaba al oído para calmarla. La puse en el cuello porque al estar vestido era la única parte en donde podría tener contacto directo con el cuerpo, y ella reconocería mi piel rápidamente, sabiendo que estaba ya segura y fuera de peligro.

Poco a poco los espasmos de su llanto fueron desapareciendo.

Mi ex esposa y yo explicamos lo sucedido, y Juanjo, que jamás habría prestado atención a ese detalle, le indicó a su asistente "tienen razón, despacio, con calma que hay tiempo".

Reiniciamos la operación del pesaje lentamente, sin dejar de tocarla hasta que estuvo realmente segura y calma. Toda la revisión se hizo teniendo en cuenta su estado de ánimo, evitando que vuelva a sufrir ese miedo a la muerte, que es en definitiva lo que provoca el llanto de un bebe de esa edad cuando se siente en peligro.

Los sucesivos controles médicos se realizaron de la misma manera, y mi hija aprendió que no corría peligro alguno en los consultorios con mucha rapidez.

Más adelante un dermatólogo que le revisara una uña encarnada a la edad de 18 meses se sorprendió de lo tranquila que resultaba en su consultorio.

A los 2 años sufrió un corte en el arco superciliar. El cirujano de urgencia que la atendió dijo que había que suturarla. Ayelén solo se limitó a tomar la mano familiar mientras se entregaba a la ciencia médica en el quirófano. Con anestesia local, el cirujano pudo trabajar con tanta tranquilidad que no quedó prácticamente ningún rastro de la cicatriz en la ceja.

¿Valió la pena respetar los instintos naturales desde el principio verdad?

Veamos como habría actuado un animal en este caso.

Las madres animales solo pueden hacer una cosa cuando sus crías pequeñas lloran: ir a socorrerlos. Más adelante las cosas van a cambiar, pero en los primeros días o meses, según la velocidad de desarrollo de cada especie, las madres animales cuentan con un sistema automático que dispara su conducta instintiva ante el sonido de la cría.

Verhaltensstudien an Katzen - Paul Leyhausen - 1973

El Profesor Paul Leyhousen, jefe del grupo de trabajo Wuppertal del Instituto Max Planck de Fisiología del Comportamiento (Munich), investigó esta reacción en gatos monteses.

Separado un gatito de su madre a unos metros de distancia, esté reacciona primero con un corto maullido. La madre se estremece, pero no abandona al resto de su camada. Al segundo maullido la madre se sienta sobre los cuartos traseros, y permanece así expectante. Al tercer maullido se incorpora, pero sigue junto al resto de las crías semi agazapada. Al cuarto maullido va en busca del cachorro y lo trae de regreso con sus hermanos.

Este comportamiento se repitió exactamente igual con todas las gatas de monte en todas las ocasiones en que se observó. Funciona como un contestador telefónico automático que atiende a la cuarta llamada. Ni el aparato contestador ni la gata montes pueden evitar reaccionar como han sido programados, al cuarto llamado atenderán automáticamente.

¿Porqué al cuarto y no al primero?, porque la gata tiene otros gatitos que

cuidar, y cuanto menos se levante menos peligro correrán los demás. El gatito alejado está a su vez programado para reptar empujándose con pata y mano de un solo lado, con lo que se moverá en círculos que se amplían, trazando una espiral, que generalmente hace que se tope con la camada en algún punto. Pero si no lo logra por alguna piedra o accidente en el camino, al cuarto maullido desatará la reacción de su madre.

leopardo

Las madres humanas están también programadas para reaccionar ante el llanto de sus bebes.

Una madre duerme en la noche y su cerebro filtra todo tipo de ruidos, puede llegar hasta a caerse el techo y no se despierta. Pero basta que su pequeña cría respire de manera diferente para que la hembra humana se despierte completamente lúcida y vaya en su auxilio.

¿Qué hace que una madre humana no actúe instintivamente entonces?, simplemente es culpa la cultura.

Se le repite incansablemente que si atiende a su hijo cuando llora lo convertirá en un tirano dispuesto a llorar para obtener lo que quiera.

"Los niños deben llorar para desarrollar pulmones fuertes" le dicen, entre otras estupideces, desde todos los ángulos, reprimiendo así su natural instinto que, como hemos visto, habría solucionado muchos problemas en el futuro de haberse oído a tiempo.

En Baltimore, la profesora Mary Ainsworth y sus colaboradores, estudiaron durante un año las reacciones maternas ante el llanto de sus bebes.

Los resultados fueron sorprendentes. Todos aquellos bebes que durante los primeros 3 meses de vida fueron consolados y tranquilizados cada vez que lloraban, al llegar a los 9 a 12 meses lloraban mucho menos que los que no habían sido atendidos de ese modo.

Es decir, que la teoría popular que dice que un bebe que es atendido cada vez que llora se transforma en un especulador que esclaviza a su madre en el futuro, no tiene ninguna razón científica, ni biológica ni moral, y si se me permite, tampoco tiene razones prácticas. Porque los niños que no fueron atendidos en los 3 primeros meses serán más molestos en resto de su vida.

Entonces deja que tus instintos hagan lo que deben hacer. Hasta los 3 meses tu hijo necesita que lo ayudes a calmar su miedo al medio ambiente. Después es otra historia, pero hasta los 3 meses ningún bebe se malcría porque lo atiendas cuando llora.

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