Orinar tras el parto

Tras el parto, el útero debe mantenerse contraído para contener la hemorragia, pero como el útero no puede contraerse si está la vejiga llena es importante vaciarla lo más pronto que se pueda. Esto puede llegar a ser un poco molesto y difícil, sobre todo porque toda la zona está dolorida y al orinar ese escozor se incrementa. Si se han tenido fisuras en la parte exterior de los labios de la vulva, orinar en la ducha será lo menos doloroso.

Tras el parto intenta orinar cada pocas horas, aunque no sientas la necesidad, orinar contribuye a mitigar la hemorragia. Además de que a veces se quiere orinar pero no sale nada, cuanto antes orine la madre menos posibilidades habrá de que orinar sea difícil o imposible, porque en ocasiones la vejiga está tan inflamada que simplemente no funciona bien. Si dudas que no puedes orinar o te cuesta comunicaselo a tu médico tan pronto como puedas.

Toda la zona genital está dolorida, por lo que orinar puede llegar a escocer, por ello cada vez que orines puedes usar botellas de plástico con "líquido de limpieza", como por ejemplo agua con manzanilla; tenlo cerca del inodoro y echa agua a la misma vez que orinas, esto suavizará la orina y no te dolerá ni escocerá tanto.

Para preparar agua de manzanilla utiliza bolsas de infusión o las hojas secas y haz una infusión. Serviría de la misma forma si compras extracto de manzanilla y echas un par de gotas en una botella con agua.  

Puedes utilizar también aceite de romero, aceite del árbol del té y aceite hipérico de lavanda. Todos ellos son antisépticos y cicatrizantes, ayudando a la recuperación de la zona vaginal y a que no se infecte, ya que es una cosa muy normal.