Ley Seca

El 16 de Enero de 1919 se aprueba la XVIII enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que entrará en vigor justo un año después, conocida como “Ley Volstead” o “Ley Seca”, mediante la que se prohibía la elaboración, compra-venta, transporte, importación-exportación de “licores embriagantes”.

Esta lucha la emprenden diferentes movimientos religiosos a mediados del siglo XIX para buscar un cambio moral de la sociedad, volviendo hacia unas costumbres puritanas que preconizaban asociaciones como la “Woman´s Christian Temperance”, “Prohibition Party”, “Anti-Saloon League” e incluso el “Klu Klux Klan” (que verá en el supuesto “incumplimiento” de estas normas por parte de los afroamericanos una nueva excusa para dar rienda suelta a la barbarie de sus actos).

Estos grupos realizaban diversas campañas de presión sobre los bares y tabernas (era frecuente que en invierno y nevando se pusiese un grupo de mujeres frente a la puerta de una taberna a rezar), que pronto empezaron a cerrar sus puertas.

Estas victorias del denominado “Movimiento de Temperanza” recibe el espaldarazo definitivo con la aprobación de la “Ley Volstead”, como hemos visto anteriormente.

Pero el resultado de la misma no fue el esperado; el consumo de alcohol seguía siendo el mismo, o incluso mayor; el peligro para la salud pública aumentó, pues ahora éste se producía de manera ilegal en destilerías que hacían unos licores de pésima calidad; el mercado negro y el tráfico de licores provenientes de otros lugares también experimentó un crecimiento singular; la mafia era la encargada de controlar todo el proceso, por lo que la inseguridad, el crimen organizado y los sobornos a los cuerpos de seguridad del estado también incrementaron, etc…

En definitiva, que no logró ninguno de sus objetivos propuestos, de manera que fue derogada mediante la aprobación de la XXI enmienda el 5 de Diciembre de 1933.