George Sand
George Sand en realidad respondía al nombre de Aurora Dupin, escritora con una prolífica obra (más de 140 escritos entre novelas, artículos, cuentos, etc…) que se caracterizó por su compromiso social y lucha por las libertades individuales además de los derechos de la mujer.
Nació el 1 de Julio de 1804 en París, en el seno de una familia acomodada; aunque probablemente los acontecimientos que vivió en esta época influirían en su fuerte carácter y posterior espíritu vital, pues pronto murió su padre y fue dejada a cargo de la abuela por su madre, algo que la marcaría profundamente; con especial mención a los 2 años que estuvo en un convento recibiendo educación por parte de un clérigo que la introdujo de manera definitoria en el mundo de las letras (con tan solo 12 años ya leía a Homero).
En 1822 contrajo matrimonio, aunque su vida no era nada tradicional, pues se veía con otros hombres, vestía con pantalones desafiando los preceptos de la época, participaba activamente en la vida política y cultural del momento e incluso se divorció en 1836… una vida alejada de los convencionalismos de la época, que le daban un cierto halo de rebeldía e independencia nada usual.
Es en esta época cuando conoce a Jules Sandeau, probablemente el primer amor de la escritora, con quien vivió una estrecha relación y del que coge las primeras letras de su apellido para crear su pseudónimo, pues las primeras obras de Sand las publica bajo el nombre de su compañero.
Escribe “Rosa y Blanco” (con su pseudónimo), además de sus primeros artículos en prensa, rodeándose de un círculo cultural (Balzac, Liszt, Delacroix, Flaubert, Chopin…) en el que cada vez juega un papel más destacado.
En la década de los años ´40 fundará junto a Leroux “La revista independiente”.
Sus ideales políticos y de marcado carácter feminista hacía que fuese vista como una persona que desafiaba los prejuicios y que escandalizaba a la sociedad, que se movía por sus convicciones sin importarle nada más allá de sus propias creencias.
Estaba convencida de que la III República era el gobierno que necesitaba Francia, pero también era consciente de que la clase política debía cambiar si quería que esa transformación surtiera efecto.
Participó en el “Comité Central de la Revolución”, defendiendo estas propuestas, además de los derechos de la mujer; estamos en pleno proceso revolucionario, donde su figura se tornará importante; aunque pronto se verá obligada a retirarse a la pequeña localidad de Nohan tras imponerse la reacción en el mes de Junio.
En 1854-1855 escribió “Historia de mi vida”, una autobiografía directa y sincera.
En Nohant permanecería escribiendo sobre la sociedad que la rodeaba hasta que falleció el 8 de Junio de 1876.
De su obra destacarán las siguientes obras:
-“Indiana”, 1832.
-“Léila”, 1833.
-“Un invierno en Mallorca”, 1841.
-“Consuelo”, 1842.
-“La pequeña Fadette”, 1849.
-“Jean de la Roche”, 1860.
-“El marqués de Villemer”, 1861.
-“Cuentos de una abuela”, 1873-1876.