Permanecer siempre en el presente

El MBR establece que “el tiempo verdadero o real”, tanto para personas como para computadoras, significa “ahora”. De tal forma que lo único que debe interesarle a usted es el “ahora”, el “presente”. En consecuencia, enfóquese en lo que tiene que hacer hoy, no en el ayer, ni en el mañana, ya que esto solamente es una interferencia para que usted realice efectivamente las actividades de hoy.

Aproveche al máximo cada momento del día.  Para lograr esto, el MBR propone las siguientes guías que se transcriben textualmente:

·        Acepte la responsabilidad de sus decisionesEn cada momento, cualquiera sea la cosa que esté haciendo, usted ha elegido hacerla. Nadie lo ha obligado a ello. Si eligió desacertadamente, usted tiene la posibilidad de cambiar. Si eligió bien, tiene que hacerlo lo mejor que pueda.

·        Considere cada decisión positivamente. Usted ha decidido emplear una hora en algo; dedíquele pues, esa hora. No diluya su energía con dudas o preocupaciones sobre otras cosas que usted no está haciendo en el momento o con lo que piensa hacer en el futuro.

·        Si algo lo perturba continuamente, confróntelo. A veces, algún problema se torna obsesivo y absorbe el tiempo y la energía destinados para otras tareas. Aunque sea relativamente de poca importancia con respecto a sus metas reales, problemas tales como planificar una reunión, una carta difícil de escribir, o un compromiso largamente postergado, y todavía incumplido, deben ser confrontados para liberar su mente. El acto más constructivo, por supuesto, es resolverlo y olvidarlo si fuera posible. Pero si usted no puede dedicarse al problema en el momento, determine una fecha definida en el futuro. El saber que usted ya ha decidido tratarlo en otro momento, evitará que ese problema bloquee su atención.

·        Todos los días, periódicamente, identifique conscientemente el momento que está viviendo. Sólo por una fracción de segundo, tal vez cinco o seis veces por día, deténgase y mire a su alrededor. Sea consciente de que “aquí es donde estoy y esto es lo que estoy haciendo”. Este simple ejercicio lo ayudará a conservarse centrado, en equilibrio y enfocado con su propio y único “ahora”. La gente que se detiene periódicamente para reconsiderar el momento que vive, encuentra que se mejora su concentración sobre la tarea presente y también aumenta su eficacia para tratar con ella.

Lo que hemos descrito anteriormente, K. Gleeson lo representa en forma gráfica de la siguiente manera:

el tiempo

Figura 1.1. Tomado de Kerry Gleeson. Con el trabajo pendiente la atención se concentra en el pasado, no en el futuro.

La figura anterior representa lo que ocurre cuando tenemos asuntos pendientes, labores que nos falta desarrollar, quitan nuestra atención y no nos dejan que nos enfoquemos en el presente para vislumbrar hacia el futuro

Kerry Gleeson propone el siguiente ejemplo: “suponga que está participando en una carrera que inicia en el Presente y cuya meta es el Futuro. Si en vez de arrancar del Presente lo hace del Pasado, tiene mucho camino inútil que recorrer, ¡antes de siquiera llevar al punto de partida!”.

De esta misma manera, cuando tenemos asuntos sin resolver, siempre los tenemos en mente, y no permiten que avancemos en la carrera hacia nuestra meta: el futuro.

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