Colibrí muerto de miedo

Hola amigo lector, amiga lectora; me llena de gusto el poder dirigirme a ustedes desde este nuevo Blog de Aula fácil, en el que cada semana les estaré diciendo muchas cosas de la experiencia de vida que sigo recogiendo y aprendiendo en el diario vivir y convivir desde 1944.

Este blog no es sobre temas científicos, ni sobre ciencias no exactas. El área que abarca es sobre la parte intangible y no física de lo que tenemos dentro del cuerpo físico: El alma; que es la verdadera esencia de cada persona que vive en este planeta tierra.

Para todos aquellos lectores en los que es la primera vez que se aproximan al tema, debo decirles que, en principio, no crean todo o parte de lo que se les irá diciendo cada semana. Estoy cierto que los comentarios y enseñanzas, sólo podrán ser aprendidas y comprendidas por las almas que saben y no así por la mayoría de las almas tiernas, jóvenes e inexpertas; a las cuales, muchos de los temas tratados, les parecerán fantasiosos, no creíbles y hasta ridículos.

 

El Síndrome del Colibrí muerto de miedo

En este primer blog quiero hablarles de una experiencia que tuve hoy por la mañana: Un hermoso, pequeño y dinámico colibrí entró en la recámara de mi nieto y no supo cómo salir de ahí. Estuvo más de 3 horas intentando, sin conseguirlo, escapar de esa prisión que, de repente, le presentó la vida y de la cual no podía deshacerse y ser libre como antes.

Por más que intenté ayudarle no conseguí que la tornasolada ave se diera cuenta que la salida estaba más cerca que su largo pico. Su instinto le dictaba que tenía que escapar por lo más alto de la habitación, en vez de salir por la puerta de entrada. Opté por retirarme de la recámara y dejar que la asustada avecilla pudiera encontrar, por si misma, cómo escapar de su inesperado encierro.

Regresé a la 2 horas y me encontré que el pequeño colibrí yacía en el suelo, un lado de la cama de mi nieto, y estaba agonizando. No lo podía creer; nadie lo había atrapado o tocado y sin embargo el estrés había hecho estragos en su diminuto cuerpecillo. Lo tomé con mi mano y lo saqué al jardín; lo deposité sobre el pasto y me retiré pensando en que tal vez al verse libre, volvería a levantar el gracioso y ágil vuelo y proseguiría con su vida normal.

Volví media hora más tarde y lo encontré ¡muerto!; sí, lo mató el miedo a quedar atrapado para siempre. En su pequeño cerebro sólo hubo una idea: estoy atrapado y no volveré a ser libre.

Y así, miles de personas emulan a este pequeño colibrí y se aterran al verse ante uno de los problemas diarios que va presentando la vida. Son incapaces de ver la salida y es más poderoso el miedo a un futuro que aún no sucede, al análisis para ver el cómo salir avante.

 

Va de cuento: Dice la leyenda que en siglo VI la muerte se le apareció a un viajero que iba a una provincia italiana; el viajero le preguntó a la muerte a qué iba a esa provincia, a lo que la parca contestó -“Voy a Verona por 1,000 mortales a causa de la peste negra”. A los 20 días el viajero se reencontró con la muerte y le cuestionó: ¡Tú me dijiste que ibas a Verona por 1,000 cristianos y se murieron 100 mil; ¿por qué me mentiste? –La muerte le contestó: -“No te mentí, yo iba por 1,000, pero los demás murieron de miedo”.

Lector amigo, no sea usted uno de los 99,000 aterradas e impotentes personas que van a morir en vida por el miedo a fracasar ante la dificultad o un problema que se le presente en la vida diaria.

¿A caso vive usted solo en cerro?, aún así, podrá obtener lo necesario para sobrevivir. Pero como es casi seguro que usted vive en una sociedad con cientos o miles de personas a su alrededor, entonces es cuestión de plantearse lo siguiente.

Todas esas personas a su alrededor requieren algo para su vida diaria:

Alimentos varios como verduras, cárnicos, tortillas, salsas, carnitas, chicharrón, barbacoa, tacos al pastor, de guisado, enchiladas, quesadillas, gorditas de manteca, etc.; cecina, chorizo, longaniza;  leche, huevos, pan, dulces, pasteles, frutas secas y cristalizadas; mermeladas, rompope y licores artesanales.

  • Preparación y venta de comida casera.
  • Vestidos varios para niños y adultos.
  • Venta de productos para tocador y aseo personal: jabones, perfumes, cosméticos, lociones, cremas faciales, lápiz de labios, carmines, talcos, rastrillos, espumas para afeitar etc.
  • Confección o venta de artesanías varias.
  • Corte y confección; reparación de prendas de vestir; reparación de zapatos y artículos de piel diversos.
  • Lavado y planchado de ropa.
  • Cuidado de niños a domicilio.
  • Pasear, bañar y cuidar perros u otras mascotas.

Y así podría seguir enumerando muchas más actividades en las que usted puede participar. La mayoría de las actividades arriba señaladas la están esperando para que las lleve al cabo y así encontrar una veta que usted, por estar lamentándose de su mala suerte, no ha encontrado.

Todo comienzo es difícil; es como la batería de un auto, el proceso de arrancar el motor es lo más crítico, pero una vez que se puso a funcionar, el auto podrá ponerse en movimiento y así iniciar su camino.

No se amilane (miedo de una persona de manera que ésta no se atreva a hablar o a actuar), ni se desespere; analice en que actividad es usted ducho o ducha y láncese a dar la batalla por una vida mejor. Empiece por lo más fácil; no se espere a que usted tenga todo listo para iniciar su nueva vida.

Todo caminata de mil kilómetros empieza por el primer paso; lo más importante es que tome su decisión y la mantenga contra viento y marea y no que a los 2-3 días posteriores usted comience a argumentar que no se puede, que es muy difícil, que hay mucha competencia, que es muy cansado hacerlo, que nadie le compra nada; que usted sufre mucho, que nadie le comprende, que nadie le ayuda, etc.

Recuerde que usted tiene 3 cosas que DIOS le ha dado: Inteligencia, Voluntad y Fe. Úselas, son suyas; a usted no se le mandó al mundo sin nada; ni tampoco se le mandó a fracasar; vino bien armado para tener éxito, pero como usted no lo sabe actúa en consecuencia.

Usted ha nacido para triunfar y para ello, primero tiene que tener mentalidad de triunfador. Usted ahora se parece al patito feo del cuento; su aspecto y graznido actual no es muy agraciado, pero usted es un hermoso cisne. Deje salir al cisne que lleva adentro y conviértase en un triunfador.

 

Va de cuento: Recuerdo el pergamino 1 de Og Mandino que dice, más o menos así: Hoy empiezo una nueva vida, hoy renazco de nuevo y mudaré mi viejo pellejo que ha sufrido, durante tanto tiempo, las contusiones del fracaso y las heridas de la mediocridad. Hoy renazco en una viña donde hay frutos para todos; y nadie me reconocerá, porque soy una nueva persona con una nueva vida.

 

Para ver el pergamino 1 completo: https://youtu.be/Mk8gN4ODcjc

 

Hasta el próximo Blog

Prof. Reynaldo A. Serrano
profserrano90@hotmail.com

Reynaldo Andres Serrano Becerril

Profesor de Mercadotecnia, ventas y atención y servicio al cliente en Universidad Anáhuac 1985-2010

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