Variables exógenas

21.3.1.2. Variables Exógenas. ( Continuación)

La importancia del entorno organizacional es reconocida por numerosos autores. Alderson (1965) fue uno de los primeros en sugerirlo en su teoría normativa del marketing.

De igual modo, numerosos autores han reconocido la importancia del entorno cultural en la toma de decisiones, y en la actuación de los individuos dentro de las organizaciones. Este entorno cultural, incluye factores tales como el entorno social, el entorno político y legal, y el entorno económico.

Estas variables, al igual que las del entorno organizacional, influencian el análisis de la situación por parte del sujeto, aunque estas variables culturales pueden no ser tan fuertes, como las que proceden de las propias experiencias o del entorno organizacional. Sin embargo, podemos apreciar cómo el ambiente social puede influenciar la deseabilidad y la importancia concedida a los afectados. El entorno cultural a través de su componente social, puede igualmente influenciar la evaluación deontológica y la consideración de las normas deontológicas.
La dimensión experiencia personal tiene un número de posibles variables tales como el modo de razonamiento moral, el nivel de desarrollo moral del individuo*, la personalidad del sujeto y la total experiencia vital del individuo.

Este grupo de variables, junto con otras exógenas, puede afectar a la evaluación deontológica del individuo tanto como la evaluación teleológica del mismo.

El entorno del sector puede incluir factores tales como el entorno competitivo*, las normas del sector, que serán esos comportamientos que son considerados éticamente aceptables para un sector dado, y la posición en el mercado de la empresa.*

Esta variables pueden impactar en los constructos del modelo relacionados con la percepción del actor de una situación dada, tales como las alternativas, las consecuencias percibidas, probabilidades, deseabilidad e importancia concedida a los diversos grupos afectados. De igual manera, pueden influir en la evaluación deontológica del individuo, en las normas deontológicas y en el problema ético percibido.

            En resúmen, este modelo establece una serie de proposiciones básicas:

  1. Cuando un individuo se enfrenta a un problema con contenido ético, él percibirá uno o más posibles cursos de acción alternativos.
  2. Para cada uno de estos cursos de acción alternativos, el individuo percibe varias posibles consecuencias, algunas positivas y otras negativas, para cada uno de los grupos implicados, incluyendo el propio sujeto.
  3. Para cada consecuencia percibida en relación a un grupo afectado, el actor percibirá una probabilidad subjetiva dada de ocurrencia de dicha consecuencia.
  4. Para cada consecuencia en relación a un grupo afectado, el individuo tendrá una determinada deseabilidad con respecto a la ocurrencia del suceso.
  5. El sujeto concederá una determinada importancia a cada uno de los grupos afectados.
  6. Para cada alternativa, el sujeto percibirá una evaluación teleológica de las consecuencias de dicha alternativa, dependiendo de su percepción de la probabilidad y deseabilidad de las consecuencias, y de la importancia concedida a los grupos afectados.
  7. Para cada alternativa percibida, el actor percibirá un grado de inherente corrección o incorrección de la alternativa, (por ejemplo, mediante una evaluación deontológica) basada en parte, en sus normas deontológicas o normas de conducta.
  8. Muchos de los sujetos tratarán de conjugar en cierto grado, la evaluación deontológica y la evaluación teleológica.
  9. Cuando el individuo se enfrenta con un problema con contenido ético, él juzgará como más ética, la alternativa que tienda a optimizar el total de ambas apreciaciones, por una parte, la inherente corrección, y por otra, las consecuencias de las diferentes alternativas. 

            Cuando un individuo se enfrenta a un problema con contenido ético, el sujeto usualmente tiende a elegir la alternativa que considera más ética, o la alternativa que es más favorable, en base al análisis concreto del problema que efectúa.

 

*          KOHLBERG L. (1981) The meaning and Measurement of Moral Development, Worcester, Massachusetts. Clark University Press. Un autor ampliamente citado en la literatura de ética de los negocios  por ejemplo en Sridhar B. S. y Camburn A. (1993) “Stages of Moral Development of Corporations” Journal of Business Ethics, Vol 12, págs 727-739.

*           HEGARTY W. H. y SIMS H. P. (1979) “Organizational Philosophy, Policies, and Objetives Related to unethical Decision Behavior: A laboratory Experiment” Journal of Applied psychology, Nº 64 Vol 3 págs 331-338, citado por Vitell, Scott J. (1986) Marketing Ethics: Conceptual and Empirical Foundations of a positive Theory of Decision Making in Marketing situations having Ethical Content Tesis doctoral editada por University Microfilms International, Texas Tech University. Estados Unidos.

*          STURDIVANT F. D. y GINTER J. L. (1977) “Corporate Social Responsiveness: Management Attitudes and Economic Performance” California Management Review. Primavera, págs 30-39.

 

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