Diabetes y recomendaciones para aumentar la circulación de los pies
Los problemas de diabetes surgen cuando hay demasiada glucosa (azúcar) en la sangre por mucho tiempo.
Los niveles altos de glucosa en la sangre (azúcar en la sangre) pueden dañar muchos órganos del cuerpo como el corazón, los vasos sanguíneos, los pies, los ojos y los riñones.
Los niveles altos de glucosa en la sangre causados por la diabetes provocan dos problemas que pueden dañar los pies.
Daño a los nervios: Uno de los problemas es el daño a los nervios de las piernas y los pies.
Cuando los nervios están dañados, algunas veces no se siente dolor, calor ni frío en las piernas y los pies.
Cuando no se tiene sensación en estas áreas, una llaga o una cortadura en los pies puede empeorarse.
La falta de sensación surge por el daño a los nervios, que también se llama neuropatía diabética.
Mala circulación de la sangre: El segundo problema se da cuando no hay suficiente flujo de sangre en las piernas y los pies.
La mala circulación impide la curación de las llagas o las infecciones.
Este problema se llama enfermedad vascular periférica.
Cuando una persona padece diabetes, fumar empeorará los problemas de circulación.
Estos dos problemas juntos pueden causar problemas de los pies.
El cuidado de los pies es sumamente importante cuando se es diabético, la irrigación sanguínea también se ve afectada debido a que la circulación se vuelve más lenta.
Cuando hay una circulación deficiente en los pies, las heridas se curan con más lentitud y puede haber inflamación, falta de sensibilidad o frío en los pies.
Si no le das a ellos el cuidado que necesitan, podría provocar una amputación.
Si aprendes a aumentar la circulación sanguínea de los pies, es menos probable que puedas sufrir alguna complicación.
He aquí algunas recomendaciones para mejorar la circulación de tus pies:
-Eleva tus pies cuando permanezcas sentado durante períodos largos.
Cuando estés acostado en la cama, usa una almohada bajo tus pies para elevarlos.
-Si estás mucho tiempo sentado, tómate un descanso rotando los tobillos y moviendo los dedos del pie en períodos de 5 minutos, por lo menos 3 veces al día, para aumentar el flujo sanguíneo.
-Realiza ejercicios para estimular el flujo sanguíneo a través del cuerpo, especialmente de los pies, mediante actividades de bajo impacto, tales como caminar, nadar, bailar y hacer ciclismo.
-Elige superficies blandas donde caminar, como: arena, tierra o césped, y utiliza suelas acolchonadas en tu calzado para absorber el impacto de los pies.
-Sumerge tus pies en agua tibia y sales relajantes.
El agua tibia estimula la circulación al dilatar los vasos sanguíneos.
-Deja de fumar.
Analiza una terapia de reemplazo de la nicotina, como la goma de mascar o el parche.
El fumar puede estrechar y endurecer tus arterias, restringiendo el flujo de sangre a tus pies y otras partes de tu cuerpo.
-Usa calcetines, hay unos terapéuticos especialmente para diabéticos que no restringen la circulación a los pies.
-Sigue una dieta bien balanceada como indique tu médico para controlar el colesterol y la presión sanguínea.
Los altos niveles de azúcar en sangre, grasa y colesterol contribuyen a angostar y endurecer las arterias, lo que limita el flujo sanguíneo a los pies.
-Masajea tus pies enérgicamente usando tus manos o pide a alguien que lo haga.
El masaje estimulará tus vasos sanguíneos permitiendo una mejor circulación de la sangre.
