Obesidad

El peso corporal es la suma de los tejidos óseo, muscular y adiposo, y de órganos y líquidos del cuerpo. En la edad adulta, algunos de estos componentes sufren cambios normales como reflejo del crecimiento, el estado de la reproducción, variaciones en los grados de ejercicio y los efectos del envejecimiento.

El agua, que constituye hasta el 60 al 65 % del peso corporal, es el componente más variable, y el estado de hidratación puede producir variaciones de varios kilos.

Tejido Adiposo: depósitos de grasa

La grasa, es la principal reserva de energía del cuerpo, se almacena  en depósitos, denominado tejido adiposo. La adiposidad apropiada del cuerpo de una mujer es de 20 a 27 % del peso corporal. En varones, la adiposidad apropiada del cuerpo es de 12 a 15 %.

La totalidad de la grasa puede sufrir grandes variaciones, lo que hace posible compensar, las necesidades  de crecimiento, de reproducción, y del envejecimiento, y las fluctuaciones en circunstancias ambientales y fisiológicas, como la disponibilidad de alimentos y las exigencias o demandas del ejercicio físico.
Esta variabilidad es una función de las células adiposas, o adipositos, que tienen la capacidad de aumentar  y disminuir de tamaño y también de aumentar su número.

 

1. 1 Clasificación

 

La distribución del tejido graso en el cuerpo, difiere entre hombres y mujeres, así como también difiere entre  individuos del mismo sexo.
Según la distribución del tejido graso en las mujeres, podemos clasificar la obesidad en 2 tipos:  

El tipo “ginoide”  en las mujeres se caracteriza por la “forma de pera” que se origina por depósitos mayores de grasa alrededor de muslos y glúteos.
Las mujeres con obesidad de tipo ginoide no presentan las alteraciones del metabolismo de la glucosa, que se observan en mujeres obesas del mismo peso cuya grasa se distribuye en forma “androide”.

La distribución “androide o “en forma de manzana” típica de los varones se caracteriza por grasa alrededor de la cintura y el abdomen alto. Este tipo de depósito regional de grasa se caracteriza por la movilización rápida de ácidos grasos libres y se relaciona con un riesgo importante de hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus no dependiente de la insulina.

Por esta razón, es sumamente importante determinar el tipo de obesidad, que se posee, ya que los riesgos metabólicos son diferentes.

Dietas para adelgazar

Casi todo el depósito de grasa proviene directamente de los triglicéridos de la dieta, como lo indica el hecho de que la composición de ácidos grasos del tejido adiposo es similar a los de la dieta.

El exceso de carbohidratos  consumidos, también se convierte en ácidos grasos en el hígado, y pasa a formar parte de los depósitos.


 

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