Sentimiento de Motivación y Finalidad

Sentido de Motivación y Finalidad.

Impulsa a las personas a actuar de una determinada forma y a proponerse unos objetivos específicos, efectivos, concretos y alcanzables.

La persona con autoestima sabe lo que quiere conseguir y averigua cómo hacerlo a corto, medio y largo plazo. Sus energías se dirigen a tareas específicas y se sienten satisfechas cuando han conseguido lo que se proponen.

La falta de un sentido de dirección y finalidad resta motivación para realizar un verdadero esfuerzo para la consecución de objetivos, ya que no se produce el necesario convencimiento y voluntad de éxito.

Los padres pueden motivar a sus hijos a la acción desde la confianza que le demuestra su capacidad y buena voluntad. Las expectativas que un padre tiene para cada uno de sus hijos/as varían la percepción que tenga de cada uno/a de ellos/as. A veces estas expectativas responden sólo a sus deseos y a sus preconceptos y no tienen respuestas por parte de los/as niños/as.

A menudo, estas expectativas son el reflejo de frustraciones de los padres en su niñez. Los padres traspasan a sus hijos/as los deseos que tuvieron de niños. Un exceso de expectativas, puede desbordarle y dañar su autoestima si no consigue cumplir con los requerimientos de los padres.

Una situación de este tipo puede dejarle frustrado y con un sentido de insuficiencia altamente negativo. También puede darse el caso que las expectativas de los padres sobre uno/a de los/as hijos/as causen celos en sus hermanos y dañen la autoestima de éstos.

Está muy bien que un padre tenga los mejores deseos de éxitos para los/as hijos/as, pero estos son los que tienen que motivarse a actuar desde su propia iniciativa, creatividad, esfuerzo, interés propio de formación y éxito personal; y no porque los padres se lo pidan o lo esperen de ellos/as.

Un gran esfuerzo para la consecución de los objetivos que un/a niño/a se propone es la fe que tengan sus padres en su capacidad de alcanzarlos.

La confianza que se le demuestra, real e interior, de que puede y está capacitado, actúa como una motivación al éxito y le ayuda en la mayoría de las ocasiones y contextos a superarse a sí mismo y a sus condicionamientos.

 

Características de niños/as con escaso sentido de finalidad y motivación.

  1. Muestra falta de iniciativa. Su mecanismo le lleva a seguir la corriente para evitar riesgos.
  2. Parece a menudo aburrido/a ya que no ve ni busca alternativas o soluciones.
  3. No se pone objetivos de actuación ni de resultados.
  4. Pregunta: ¿Para qué sirve todo esto si no me interesa?
  5. Se siente inútil y sin capacidad; busca atención con llantos o quejas para sentirse cómodo.
  6. Raramente lleva a cabo, de forma satisfactoria, su trabajo en casa, en la escuela, etc.
  7. Siente que no es capaz y que por lo tanto no vale la pena intentarlo.
  8. Tiene dificultad para tomar sus propias decisiones. Si no hay una motivación suficiente no merece la pena tomar decisiones, todo vale.
  9. No se preocupa por la calidad del trabajo que hace.
  10. No asume sus responsabilidades y tiende a achacar sus fracasos a los demás o a las circunstancias.
  11. Es reactivo en lugar de proactivo. Su mecanismo le ha llevado a no tomar iniciativas que puedan causarle dificultades.
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