Actividades para retardar la aparición de enfermedades
EJERCICIOS FÍSICOS
Es la primera recomendación que hacen los médicos: realizar actividades físicas (como correr, caminar, montar bicicleta y hacer aeróbicos) o sencillamente practicar algún deporte como fútbol o natación.
No solo redundan en beneficios cardiovasculares, metabólicos e inmunológicos al organismo, sino también desde el punto de vista cerebral.
¿Y esto por qué?
Porque las conexiones de las neuronas se activan con el ejercicio y se favorece la liberación de neurotransmisores que promueven la motivación, la creatividad, la memoria y el aprendizaje.
VÍNCULO SOCIAL
El contacto físico con familiares, amigos y personas que nos encontramos a diario fuera del hogar, hace posible que el cerebro no se aisle y cumpla a diario funciones vitales de memoria.
PASATIEMPOS
Los pasatiempos son ideales como ejercicios de memoria.
Desde las sopas de letras hasta crucigramas, sudokus, juegos de cartas, dominó y hasta el ajedrez.
Todos ponen a funcionar el cerebro y, según diversos estudios, mejoran el rendimiento de las funciones cognitivas como la memoria, el pensamiento, el lenguaje y la percepción.
TOCAR UN INSTRUMENTO MUSICAL
No importa que no se tengan conocimientos para tocar el piano, la guitarra o la batería.
Aprender a tocar cualquier instrumento musical estimula la inteligencia y entrena al cerebro en varios niveles por una razón, además de implicar el movimiento de varias partes del cuerpo al mismo tiempo.
También se estimulan habilidades motoras al aumentar la agilidad de las manos, los dedos y las muñecas, por ejemplo, así como de lenguaje y el desarrollo de la parte psicomotriz.
ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Los alimentos que contengan grasas saturadas deben ser eliminados de la dieta diaria de todo adulto mayor. O al menos reducidos, pues está comprobado que deteriora la memoria.
Se sugiere el consumo de alimentos con grasas buenas como el omega 3 (atún, salmón, huevos, sardinas, etc).
También se pueden añadir frutos secos, unos dos cuadritos de chocolate oscuro al día, té verde, alimentos con ácido fólico y vitamina D, así como pequeñas cantidades de aceite de oliva y/o canola.
BAÑARSE CON LOS OJOS CERRADOS
Es muy sencillo: solo hay que cerrar los ojos mientras se toma una ducha y luego hay que tratar de localizar el jabón y el shampoo solamente con la ayuda del tacto.
Una vez a la semana, este ejercicio permitirá estimular aquellas partes dormidas del cerebro que no se usan con frecuencia.
UTILIZAR LA MANO MENOS HÁBIL
A los diestros, se les recomienda usar la mano izquierda en algunas ocasiones.
Mientras que a los zurdos, la mano derecha para realizar actividades tan sencillas como abrir o cerrar una puerta, encender la luz del cuarto, cepillarse los dientes, comer o peinarse.
Estos ejercicios sencillos ayudan a evitar el envejecimiento del cerebro.
ELIMINAR LOS MALOS HÁBITOS
Nada de consumo de alcohol. Mucho menos drogas, tabacos y cigarros.
Los estudios clínicos han demostrado que todos interfieren en la síntesis de neurotransmisores y, por ende, son perjudiciales para la actividad cerebral.
El consumo excesivo de alcohol, por ejemplo, disminuye la memoria y envejece prematuramente el cerebro.
Mientras que la nicotina disminuye la capacidad de atención y la retención.
USAR EL RELOJ EN LA OTRA MANO
El ejercicio de cambiar cada cierto tiempo la ubicación del reloj (alternarlo de una mano a otra) permite romper con la rutina y obliga al cerebro a trabajar.
DORMIR LO NECESARIO
El dormir es una de las condiciones básicas para reactivar la memoria y oxigenar el cerebro.
El cuerpo debe descansar entre siete u ocho horas diarias, dependiendo de la edad.
Ello le permite estar alerta ante determinados impulsos.