Temperamentos

TEMPERAMENTOS

El temperamento se vincula con el carácter, la fisiológico, la personalidad y el humor de una persona, lo emocional, lo cognitivo e intelectualidad, conductas y actitudes, etc, y es resultado del inconsciente de cada individuo. Los temperamentos se pueden dividir en cuatro grupos, sanguíneo o colérico, bilioso, nervioso y linfático o flemático. Pero también se verán subgrupos de otros temperamentos que pueden fusionarse con los ya mencionados o no.

Cada individuo tiene un determinado estilo de temperamento, que se hereda por genética, y se refleja tanto en la escritura, en el lenguaje corporal, en su hablar, en sus gustos, ambiciones, tendencias y en todo lo que haga. Pero la verdad es que lo que manifiesta el individuo tanto en la escritura como en lo psicofísico, son los cuatro temperamentos, o sea, cada individuo tiene un poco de cada temperamento, solo que uno de ellos será el que predomine. A veces sucede que son dos los temperamentos preponderantes.

El temperamento y sus características:

-Es genético.

-No se puede controlar.

-No se puede cambiar ni modificar, ya que es hereditario.

-Es innato en el ser humano desde que nace.

-Se hereda de la familia.

-No se puede volver a educar, porque es de origen biológico.

-Tampoco se puede modificar por la presión e influencia del medio que lo rodea.

-Es involuntario.

 

Identificando el temperamento de la persona se puede profundizar más en sus necesidades, motivaciones, deseos, sueños. Cómo se relaciona con su entorno, cómo  es en una relación personal, a qué profesión se adapta o beneficia, qué tipo de vida se adapta más a su temperamento, su enfoque vital, qué tipo de percepción tiene.

Cada persona se liga a un carácter, y cada temperamento se relaciona con una actividad psicológica e inconsciente que prevalece. Entonces:

-En el temperamento sanguíneo predominan los sentimientos.

-En el temperamento bilioso predomina el pensamiento.

-En el temperamento nervioso predomina la intuición.

-En el temperamento  linfático predomina la sensación.

Los temperamentos mencionados anteriormente son los más significativos. No obstante, existen combinaciones de diferentes temperamentos. Nunca una persona tiene un solo temperamento, sino que tiene los cuatro, pero solo uno predomina y a veces dos. Sucede lo mismo con la escritura, la que mostrará características de  varios temperamentos predominando uno o dos sobre los otras.

Con el paso del tiempo y las vivencias, lo cognitivo, las experiencias y lo aprendido,  se podrá notar como los temperamentos de un individuo irán cambiando, o fluctuando en la evolución emocional e intelectual. Entonces:

-En la etapa de la niñez prevalece el linfático, porque es aquí cuando un niño necesita ser alimentado y cuidado, necesita protección y seguridad.

-En la adolescencia prevalece el temperamento sanguíneo, mucha emoción y sentimiento.

-En la juventud prevalece el temperamento nervioso.

-En la madurez prevalece el bilioso.

Muchas veces nos encontraremos en la escritura el faltante de un temperamento. Si sucede esto puede que a la persona le falte equilibrio en su  temperamento. Por ejemplo:

-La falta del temperamento sanguíneo lleva a la ausencia de vigor, ímpetu  y pasión.

-La falta del temperamento bilioso lleva a la ausencia de voluntad y empuje, la carencia de las ganas de concretar sus objetivos y ambiciones.

-La falta del temperamento nervioso llevará  a una calidad intelectual muy pobre.

-La falta del temperamento linfático puede llevar a una persona a ser irritable y exaltada, faltando la serenidad y estabilidad.

Por tal motivo, no se puede encuadrar o catalogar a un individuo en un solo temperamento. Pero sucede que algunos individuos no se encuadran en un  temperamento o la composición de los cuatro temperamentos vistos, por lo que se debe clasificarlos con un estudio más individualizado o personalizado.

Entonces, sabemos que el individuo consta de combinaciones de temperamentos,  que se reflejarán tanto en las personalidad, actitudes corporales, manera de caminar  y de hablar, y sobre todo se plasmará en la letra.

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