Tratamiento del TDAH
¿El TDAH se cura?
Lo primero que hay que dejara claro es que el TDAH NO SE CURA. Lo que hacemos es utilizar tratamientos para mejorar los síntomas. Existe una serie de tratamientos basados en la evidencia científica, tanto médicos como psicológicos.
En el caso de niño con TDAH moderado, el tratamiento farmacológico no estaría indicado de entrada, siendo los programas de entrenamiento y educación parental lo más adecuado (NICE, 2018). Existen varios tipos de programas de este tipo. El Programa de entrenamiento personalizado para padres o PIPT es el que se emplea en el prestigioso Hospital Maudsley de Londres. Este programa se caracteriza por el uso del coaching directo, es decir, que un especialista da instrucciones a los padres sobre cómo deben comportarse en cada momento. Otro programa indicado para el TDAH es The New Forest Parenting Programme, que puede empezar a aplicarse a partir de los 3 años. Este programa se desarrolla en el propio hogar, a diferencia del PIPT, que se lleva a cabo en la institución. Se realizan visitas a domicilio durante ocho semanas donde se instruye a los padres en estrategias para manejar el TDAH de sus hijos. Para ver más intervenciones de este tipo, se puede consultar aquí: https://vivanlosnenes.blogspot.com.es/2015/11/actualizacion-en-intervenciones_22.html
También se aconseja la CBT, es decir, Terapia cognitivo-conductual (NICE, 2018). La CBT se considera una terapia a corto plazo. En este tipo de terapia, se analizan con el niño sus patrones de pensamiento y se trabaja sobre ellos, y sobre los sentimientos y estados de ánimo que provocan, los cuales influyen en el comportamiento.
Una de las técnicas que se emplea en este tipo de terapia es el entrenamiento en autoinstrucciones. Lo que hacemos con esta técnica es modificar el diálogo interno del niño ante la tarea o situación a la que se enfrenta, sustituyéndolo por otro que sea adecuado.
En este sencillo ejemplo, podemos ver unas instrucciones sobre las que el niño debe trabajar antes de ir a dormir. Hemos añadido unos pictogramas de ARASAAC, que son los dibujos que aparecen encima de las palabras. El Sistema pictográfico de comunicación es un sistema aumentativo y alternativo de comunicación (SAAC), es decir, que se puede utilizar en vez del lenguaje oral. En este caso, lo usamos como apoyo a las instrucciones escritas.
Otra de las terapias aconsejadas es el entrenamiento en habilidades sociales. Las habilidades sociales son aquéllas que nos permiten relacionarnos con los demás correctamente. Estas habilidades se van adquiriendo a lo largo de nuestra experiencia social y se van reforzando con nuestras interacciones sociales. Las habilidades sociales más destacadas son la asertividad y la empatía.
- La asertividad es la habilidad social que nos permite expresarnos en el momento y de la forma adecuada, sin vulnerar las derechos de los demás, pero no permitiendo que no se tengan en cuenta los nuestros.
- La empatía es la habilidad social que nos permite ponernos en el lugar de otra persona. Según Simon Baron-Cohen, que es uno de los mayores expertos en autismo del mundo, la empatía tendría un componente cognitivo (comprender) y otro componente emocional (sentir).
Existen también muchos programas de entrenamiento en habilidades de sociales, incluso informatizados y de libre acceso. Por ejemplo, existe un programa de evaluación de habilidades sociales para niños entre 3 y 6 años, que también trabaja el reconocimiento de emociones, creado por la Universidad de Cádiz en colaboración con profesionales de la Universidad Estatal de Ohio y la Universidad de Illinois: Descarga Habilidades Sociales (este enlace es cortesía de la página Orientación Andújar).
Si tras estas actuaciones, el niño no mejorara, el profesional ofrecería la posibilidad de un tratamiento farmacológico, que será el de elección en el caso de un TDAH más severo. No obstante, este tratamiento farmacológico debe completarse con tratamientos psicológicos y psicoeducativos como los que hemos visto.
Hemos hablado de niños, pero el TDAH puede persistir en la vida adulta, e incluso puede que no haya sido diagnosticado durante la niñez por distintas causas. En este caso, el tratamiento farmacológico es el tratamiento de primera línea, aunque hablemos de un TDAH moderado. Es cierto que la intervención psicológica puede ser suficiente para algunos adultos, pero no hay datos suficientes como para apoyar esta recomendación (NICE, 2018).
