Grafopatología: el Biotipo y su enfermedad

CONSTITUCIÓN Y ENFERMEDAD: 

Tal vez lo que más me ha interesado, desde un punto de vista GRAFOPATOLÓGICO, ha sido la derivación constitución-enfermedad. No es Kretschmer el primero que se ocupa del tema, pero su impresionante estadística sobre enfermos mentales y su constante puesta a punto de las investigaciones, que fue modificando a lo largo de 25 ediciones de su libro La estructura del cuerpo y el carácter (25 edición, postuma, Springer Verlag, Berlín 1967) de una forma asombrosa ya que la primera edición publicada en 1921 constaba de 192 páginas y la última, cuarenta y tantos años después aparece con 470 páginas. En el intermedio, la sexta edición, que se tradujo al francés, contaba con 255 páginas. En cada edición fue aportando nuevas puntualizaciones y descripciones estadísticas, hasta convertirla en la gran obra final. 
Para cerrar este capítulo sobre KRETSCHMER deberé añadir que sus trabajos estadísticos de investigación los realizó sobre sus enfermos y llegó a las siguientes conclusiones: 

Cuadro biotipo y enfermedad

Cuadro biotipo y enfermedad

 

TEMPERAMENTO CICLOTÍMICO

Al tipo pícnico le corresponde el temperamento ciclotímico. Las características del temperamento ciclotímico' son las siguientes: El humor oscila fácilmente entre dos polos opuestos, de la tristeza y melancolía hasta la alegría y exaltación eufórica. En algunos casos se encuentran en estos tipos alegría, humor, vivacidad, calor afectivo, y en otros, tranquilidad, ausencia de inclinación pasional, depresión ligera, ternura.

Los ciclotímicos constituyen los abiertos: sienten la necesidad de expansionarse frecuentemente con confidencias; buscan la compañía de los demás, en los cuales encuentran uno de sus mayores alivios. Saben fundirse con el ambiente en el que viven, saben vibrar al unísono con el mismo, orientarse y adaptarse rápidamente. Dan vida a todas las cosas con el calor de su sentimiento y, en los momentos de euforia, se sienten arrastrados a sentimientos de afecto por todos. De este estado de ánimo surge su cordial sociabilidad.

El individuo ciclotímico es cordial, ameno y dispuesto siempre a comprender y soportar una broma. Es el tipo sincero, franco. Demuestra buen corazón. Hay algo en él cálido, afectuoso, pueril y confidencial en su trato. Difícilmente hace daño a los demás, aun cuando pueda aparecer como alborotador y violento. Explota fácilmente en cólera, pero con la misma rapidez desaparece sin conservar rencor alguno. En los estados de melancolía y de depresión se lamenta de no experimentar sentimientos afectuosos hacia los demás, de ser malo, frío, indiferente.

En las circunstancias difíciles y dolorosas, debidas a fuertes contrariedades o a graves desastres en los negocios, no se irrita, no se afana, no reacciona violentamente, como hace, por ejemplo, el esquizotímico, sino que se queda triste y en un estado de sufrimiento. Generalmente no se deja abatir, pero se queda ensimismado en su sufrimiento.

Los tipos ciclotímicos, ordinariamente, no suelen ser lógicos, rígidos o individuos de ideas preconcebidas y amantes de sus esquemas de vida y doctrina. Se adaptan fácilmente. Esta adaptabilidad proviene de su misma inestabilidad afectiva y sentimental.

Raramente se encuentra en ellos un fuerte sentimiento de amor propio y de vanidad. Tienen, en general, un sentido moderado de confianza en sí mismos, y difícilmente llegan a la exaltación o al fanatismo.

Están dotados de una gran capacidad de trabajo. Tienen grandes reservas de empuje, de audacia, de generosidad y de una notable habilidad para ponerse en relaciones sociales con los demás. Son tipos muy abiertos de mente, especialmente en el terreno de la práctica, y de una pronta intuición ante las situaciones.

Entre los ciclotímicos se encuentran los hombres prácticos, habilidosos, llenos de actividad, de dinamismo; citemos, por ejemplo, a los comerciantes, los empresarios, los realistas llenos de optimismo, los humoristas llenos de bondad y de indulgencia.
En algunos casos puede que sufran una especie de complejo de inferioridad, como consecuencia de un sentimiento de insuficiencia que sienten en relación con su trabajo intelectual.

Los tipos ciclotímicos corresponden, en líneas generales, a los tipos extrovertidos de Jung, abiertos hacia el exterior. Son los que con facilidad saben gozar de la vida y aman cuanto hay en ella de atractivo.

Kretschmer subdivide el grupo de los temperamentos ciclotímicos en tres subgrupos, basándose en la proporción de los estados humorales (llamada por él «proporción diatésica»), es decir, según que el temperamento se incline más hacia la alegría o a la tristeza y depresión. Estos temperamentos ciclotímicos son:

a) Los temperamentos hipomaníacos: Predomina en ellos una animación serena, un acentuado estado de euforia, un sentimiento elevado de confianza en sí mismo. Existe gran facilidad para encolerizarse. En el modo de obrar hay ímpetu, multiplicidad de ocupaciones, riqueza de ideas.

b) Temperamentos ciclotímicos sintónicos. Son individuos tranquilos, que fácilmente se dejan guiar por la razón, dotados de gran energía práctica, de un humor agradable.

c) Temperamentos depresivos. Son tranquilos y silenciosos, propensos a la melancolía y la depresión.

 

TEMPERAMENTO ESQUIZOTÍMICO

El temperamento esquizotímico le corresponde al tipo asténico. 

Las características del temperamento esquizotímico son las siguientes:
Es el tipo opuesto a los ciclotímicos y está caracterizado por la oscilación entre la sensibilidad y la frialdad. Tienen tendencia a una vida interior muy acentuada, a vivir encerrados en sí mismos; según la terminología tan difundida, como consecuencia de las doctrinas del psiquiatra alemán Bleuler, los esquizotímico son propensos al «autismo», a vivir en sí mismos y por sí mismos.

Mientras los ciclotímicos son naturalezas sencillas, abiertas, y su alma aflora a la superficie, y por consiguiente son fácilmente comprensibles, los esquizotímicos son de naturaleza complicada, pero exteriorizada. Son individuos –dice Kretschmer–que tienen una superficie y un fondo: una vida que se desarrolla al exterior en su comportamiento y otra que vive en las íntimas profundidades. En la superficie presentan aspectos muy diferentes: desde los tipos de una alegría amanerada y convencional, ingeniosos y exhibicionistas, a los agradables, tranquilos; a las personas intelectuales, especulativas, frías; a las que presentan formas características tímidas, sensibles, incapaces, o a los tipos calculadores, cínicos, que no se arredran por nada. Pero el fondo, la intimidad del alma, difícilmente puede ser penetrada.

Los esquizotímicos son, usando la terminología de Jung, «introvertidos»: predomina en ellos la vida interior y de ordinario encuentran dificultad en ponerse en contacto con la realidad que los rodea; mientras el ciclotímico se entrega al mundo que lo circunda, gozando alegremente de la luz, de los colores, de los sonidos y de las bellezas naturales, el esquizotímico se vuelve extraño al ambiente externo y vive absorbido dentro de sí, en su pensamiento, en sus sueños. El ambiente ejerce en él una influencia muy limitada.

Las voces del mundo llegan a su alma velada o se paran en el umbral. No consigue sintonizar su vida con el ambiente. Las relaciones de cordialidad y de expansión se sustituyen por el convencionalismo social. Los sentimientos de los demás le llegan como filtrados a través de sus sueños y de sus ideas. El pensamiento, la razón, prevalecen en él sobre el sentimiento. Aún los más naturales e instintivos, cuales son los sentimientos familiares, le parecen dictados por la lógica más que por el afecto. El amor mismo más parece encender su fantasía que no calentar su corazón. Por consiguiente, es muy reducida la vida afectiva en estos sujetos. En lo casos normales y equilibrados esta situación viene compensada por una tensión constante, que sabe comprender las necesidades, las aspiraciones y los derechos de los demás hombres. Entonces la vida le da aquella adaptabilidad con la cual se pliega a las exigencias del vivir cotidiano, aquella bondad y tolerancia que le lleva a soportar fácilmente y a limar las angulosidades y las inevitables rozaduras del momento.

Generalmente, estos tipos son poco prácticos. Difícilmente se adaptan a aquellas profesiones en las cuales se requiere mucho sentido práctico, como, por ejemplo, la del comercio.

Los cambios de humor provienen tanto de una «inestabilidad indolente» como de un «capricho activo», y son ocasionados, no tanto por las condiciones externas y objetivas, como sucede en el ciclotímico, que posee la capacidad de adaptarse a ellas, sino por especiales complejos representativos y afectivos internos.

Fundándose en los diferentes grados de la escala que va desde la sensibilidad más profunda hasta la insensibilidad, Kretschmer distingue tres grupos fundamentales de esquizotímicos:

a) Los hiperestésicos: Son nerviosos, irritables, idealistas, delicados y dotados de mucha vida interior.

b) Los esquizotímicos intermedios: Son tipos fríos, enérgicos, sistemáticos, lógicos, tranquilos.

c) Los esquizotímicos anestésicos: Son tipos fríos, solitarios, indolentes, perezosos, muy poco sujetos a pasiones.

Esta descripción de los dos tipos temperamentales de los esquizotímicos y de los ciclotímicos es general y tiende a describir los temperamentos puros. El mismo Kretschmer afirma que éstos son muy raros: en la realidad concreta de la vida se encuentran mixtos, los cuales representan todas las gamas de la fusión de las diferentes características de cada uno de los temperamentos.

 

TEMPERAMENTO ENEQUÉTICO

El temperamento enequético le corresponde al tipo atlético, cuyas principales características son la adherencia psíquica, esto es, que tanto la mirada como la presión de la mano, la conversación, la actitud afectiva, etc., parecen ofrecer cierta pegajosidad y dificultad de concluir y retirarse. Junto a esta viscosidad, presentan los rasgos de tenacidad y cierta rigidez que son causa de dificultad en situaciones que exigen flexibilidad y rápido enfoque, pero, en cambio, le facilitan otras cualidades tales como la firmeza del carácter, tranquilidad y temple de espíritu, igualmente útiles en las situaciones apuradas.

 

TEMPERAMENTO DISPLÁSTICO

Las características del displástico son negativas: constitución anormal y deformaciones congénitas. El tipo displástico presenta una mezcla inarmónica de diferentes tipos en distintas partes del cuerpo.

En el aspecto psicológico presenta igualmente rasgos contradictorios, constituyendo en conjunto un cuadro temperamental inarmónico.

MANUEL ANGEL NICOLAS CUEVAS

EXPERTO EN PSICOGRAFOLOGÍA, PERICIA CALIGRÁFICA Y DOCUMENTOSCOPIA

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