Ejercicio Físico

Hay un error muy frecuente y es el pensar que una persona afectada de Fibromialgia y/o Síndrome de Fatiga Crónica no tiene que hacer o no puede hacer ejercicio físico.

Por supuesto no se va a recomendar que se inscriban en un maratón o realicen deportes que impliquen movimientos agresivos pero sí que se recomienda EJERCICIO MODERADO.

Otro bucle muy frecuente es el de encontrar una persona afectada que te dice: "si hago ejercicio al día siguiente no me puedo mover", "me fatigo mucho y no puedo recuperarme", "mis problemas físicos me impiden poder hacer correctamente los ejercicios", "me apunté a yoga porque me lo recomendaron y no podía hacer lo mismo que hacían las otras personas de la sala"... 

En parte tienen razón pero en parte no. Veamos por qué. Si no hacemos ejercicio físico nuestro cuerpo y nuestros músculos se anquilosan, cuando vamos a movernos nos duele más porque están inactivos, oxidados. 

 

¿Qué hemos de hacer entonces?

La clave está en la moderación de ese ejercicio. Cada persona conoce sus límites y sabe hasta dónde puede llegar, tanto muscularmente como físicamente midiendo su energía y sus fuerzas.

Aunque sea bajar a comprar el pan y dar una vuelta a la manzana, hay que hacer ejercicio. En la medida que se pueda. 

 

¿Y en cuanto a las actividades?

Está demostrado por ejemplo que el ejercicio en agua caliente mejora el dolor y favorece la calidad de vida. 

Está demostrado que practicar Gimnasia, yoga, Tai Chi también mejora física y mentalmente. 

La clave es apuntarse a estas actividades siempre que sean ADAPTADAS. No importa la perfección de los ejercicios sino el resultado de ellos. Hay monitores que programan clases acuáticas adaptadas porque saben qué músculos hay que mover y cómo hay que moverlos. Escogen los programas físicos más adecuados a cada persona. 

Hay Yoga adaptado. Hay Tai Chi adaptado y si este ejercicio nos resulta muy complicado hay otra modalidad mucho más sencilla de practicar que ofrece muy buenos resultados. Se llama Qi Gong y se practica incluso en geriátricos con personas en silla de ruedas. Simplemente salir a caminar es muy saludable.

Cuando realizamos cualquier tipo de ejercicio físico segregamos endorfinas y esto nos produce un placer que nos invita a repetir en otro momento, mejoramos nuestra autoestima y físicamente notamos los efectos.

Les mostraré unos vídeos que les ilustrarán sobre el ejercicio físico adaptado.

YOLANDA RUIZ LANCINA

Psicóloga col. (A-1522)

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