Clases de riesgos de los productos según la clasificación de la ONU

La clasificación de peligrosidad de los materiales según la ONU es la siguiente:

Clase 1 - Explosivos.

Son sustancias que producen un efecto pirotécnico (explosivo), que emiten grandes cantidades de gases tóxicos y calor cuando son sometidas a una transformación química muy rápida. Los gases liberados (nitrógeno, oxígeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono y vapor de agua) se difunden a velocidades muy altas provocando el desplazamiento del aire circundante y una sobrepresión (incremento de la presión atmosférica).

Algunas sustancias de esta clasificación requieren de un intensificador para explotar, y otras simplemente son muy sensibles al calor, la fricción y el choque.

Con estas sustancias se puede originar dos tipos de explosiones:

1) La detonación en la cual la transformación química se produce a gran velocidad y acompañado de un ruido fuerte e igualmente una expansión veloz de los gases. La detonación viene acompañada de una sobrepresión que causa daños en seres vivos e infraestructura, desde catastróficos hasta leves (puertas caídas, grietas, tachos dañados).

2) La degradación que es el caso contrario: la expansión de los gases, la transformación química y el ruido generado es lento, muchas veces acompañada de combustión.

Se subdivide en seis sub-clases:

1) Subclase 1.1 - Materiales que posee un riesgo de explosión de toda la masa, como la nitroglicerina y la dinamita.

2) Subclase 1.2 - Materiales que presentan riesgo pero no de toda la masa, solo de proyección del material, como el ácido pícrico.

3) Subclase 1.3 - Materiales que presentan riesgo pero no de toda la masa, solo acompañado de efectos de choque o proyección, como los cartuchos  que se usan para perforan los pozos petroleros.

4) Subclase 1.4 - Materiales que presentan un pequeño riesgo solo en caso de ignición. Ejemplo, los detonantes eléctricos.

5) Subclase 1.5 - Materiales cuyo riesgo de explosión es bajo, es decir, muy insensibles de explotar  en condiciones normales.

6) Subclase 1.6 - Materiales cuyo riesgo de explosión es mínimo, es decir, son enormemente insensibles y con una posibilidad muy baja de detonación.

 

Clase 2 – Gases.

Incluyen los gases comprimidos, licuados o bajo presión. Los gases se caracterizan y se diferencia de los otros estados de la materia porque se pueden expandir rápidamente y alterarse bajo ciertas condiciones de presión y temperatura, y de allí es que radica su riesgo: una fuga de gas puede expandirse en el medio ambiente, además de los peligros inherentes como lo son la toxicidad, oxidación, inflamabilidad, corrosión. En el caso de los espacios confinados (ambientes cerrados), los gases consumen el oxígeno del lugar causando daños graves a las personas involucradas incluyendo la muerte.

Algunos gases tiene un olor característico que lo permite identificar rápidamente como lo es el cloro; pero otros no emiten olor ni coloración como lo es el monóxido de carbono.

Otra característica importante de los gases es la densidad: los gases que son más densos que el aire se acumulan a nivel del suelo; y viceversa, los más livianos a nivel del aire.

Se subdividen en:

1) Subclase 2.1 - Gases inflamables, como el propano, que pueden arder en condiciones normales en el aire u oxígeno.

2) Subclase 2.2 – Gases no inflamables, caracterizados porque solo se activan en condiciones extremas. Es el caso del helio, dióxido de carbono y nitrógeno. No pueden arder en condiciones normales en el aire.

3) Subclase 2.3  - Gases venenosos, que son capaces de causar la muerte como lo es el cloro, sulfuro de hidrógeno, amoniaco anhidro.

4) Subclase 2.4 – Gases corrosivos.

En esta clasificación también se incluyen los gases criogénicos, que son aquellos almacenados en forma líquida que se deben refrigerar a temperaturas de -150 °C como lo es el metano, oxígeno e hidrógeno. El peligro de estos gases es la provocación de quemaduras en los tejidos debido a su baja temperatura, al igual que el daño que puede ocasionar en algunos materiales precisamente por estas bajas temperaturas; y la capacidad de estos gases criogénicos para solidificar  o condensar a otros gases. Por este último motivo, nunca se debe arrojar agua directamente sobre un sistema que contenga un gas criogénico, ya que el agua originara un estado de sobrecalentamiento (a 15 o 20 ºC), y generará vapores y aumentará la presión interna del tanque.

 

Clase 3-Líquidos inflamables.

Comprenden los líquidos o mezcla de éstos que expenden vapores tóxicos  e inflamables, dependiendo de su punto de inflamabilidad (temperatura más baja a la que el líquido desprende vapores en proporciones que pueden constituir una mezcla inflamable). Las clasificaciones comprenden materiales líquidos con temperaturas por debajo de los -18 °C hasta las inferiores a 61 °C, y sólidos en estado de fusión con un punto de inflamación por encima de  a 61º C; al igual que líquidos explosivos en solución o en suspensión en agua o en otros líquidos.

Como ejemplos de sustancias de clase 3 se citan: acetato de butilo, metanol, isopropanol, thinner, aceites lubricantes, gasolina, tolueno.

 

Clase 4- Sólidos inflamables.

Son aquellas que se incendian con gran facilidad en presencia de una fuente de ignición, de calor, choque, fricción, en contacto con el aire o con el agua y que no están clasificadas como explosivos.

Se subdividen en:

1) Subclase 4.1 - Sólidos inflamables, que pueden originar incendios fácilmente, como los casos del magnesio, fósforo rojo, naftaleno.

2) Subclase 4.2 – Sólidos que son espontáneamente inflamables en condiciones normales o en contacto con el aire, ejemplo: el fósforo blanco, carbón activado, hidrosulfito de sodio.

2) Subclase 4.3 – Sólidos que desprenden gases inflamables o tóxicos en cantidades considerables al entrar en contacto con el agua, ejemplos: sodio metálico, carburo de calcio con agua.

Cuando ocurre un accidente con sólidos inflamables, se debe  arrojar agua sobre el producto para mantenerlo  húmedo (siempre y cuando exista compatibilidad de lo contrario provocará la ignición espontánea), pues si se seca hará contacto con el aire.

 

Clase 5 - Oxidantes.

Se subdividen en:

1) Subclase 5.1 – Sustancias comburentes, que es un material que puede liberar oxígeno sin necesidad de ser combustibles, a temperatura ambiente, con un ligero calentamiento, o al estar en contacto con materiales combustibles; también pueden causar  la combustión de otros materiales. Ejemplo el permanganato de potasio.

2) Subclase 5.2 – Peróxidos orgánicos,  que son derivados del peróxido de hidrogeno, se caracterizan por ser sensibles ante impactos o frotamiento, reaccionar fácilmente con otras sustancias, y susceptibles de descomponerse en forma explosiva.

Un ejemplo muy común es el peróxido de hidrógeno (comercialmente se denomina agua oxigenada), que se caracteriza por ser un fuerte agente oxidante, y que en altas concentraciones y en presencia de la mayoría de los metales (como el cobre, cobalto, magnesio, hierro plomo, entre otros) puede reaccionar y originar su descomposición con riesgo de explosión e incendio. Otro ejemplo es el Peróxido de benzoilo.

Desde el punto de vista de la salud, los oxidantes provocan irritaciones en los  ojos, piel, garganta y mucosas.

En caso de accidente por oxidantes, se debe tratar de contener o absorber este material, y para ello se debe usar materiales inertes y humedecidos, por ejemplo, arena. No se debe emplear materia orgánica como tierra o aserrín porque puede reaccionar.

 

Clase 6-  Sustancias tóxicas o venenosas e infeciosas.

Se subdividen en:

1) Subclase 6.1 – Sustancias tóxicas o venenosas, que son materiales que pueden originar la muerte o efectos muy adversos en la salud de los seres vivos, ya sea por las vías de: absorción cutánea, respiración o inhalación. Son los casos de cianuro de potasio, cloruro de mercurio (I), cloruro de mercurio (II), caprolactama, metabisulfito de sodio, cianuro, benceno.

2) Subclase 6.2 – Sustancias infecciosas,  que son microorganismos patógenos (bacterias, virus, hongos, parásitos) causantes de enfermedades como el SIDA, por ejemplo. Las vías de contagio son: fluidos corporales, medios de cultivos, desechos de hospitales, agentes infecciosos.

 

Clase 7 -  Materiales radiactivos.

Son materiales constituidos por átomos que al desintegrarse emiten energía en forma de partículas (alfa, beta, neutrones) o en forma de radiación electromagnética (rayos gamma, X). Las consecuencias de este tipo de materiales son los defectos degenerativos, daños a la medula ósea que origina leucemia, cáncer, leucemia, mayor probabilidad de infecciones bacterianas ya que debilita el sistema inmunológico, y en menor grado de gravedad la caída del cabello; y esto se debe a que estos elementos cuando entran en contacto con las moléculas del organismo crean radicales libres que destruyen las células, proteínas, ácidos nucleicos de los organismos vivos.

Los materiales radiactivos más comunes son el yodo que causa mutaciones genéticas, el estroncio 90 que se deposita en los huesos y el cesio se almacena a nivel muscular, originando en estos dos últimos casos cáncer.

 

Clase 8 - Corrosivos.

Son materiales que corroen los metales, y causan daños en los tejidos humanos. Algunos son volátiles y desprenden vapores irritantes o tóxicos.  Incluyen los ácidos y las bases.

Los ácidos son sustancias cuyo pH es igual o inferior a 7, mientras que las bases tienen un pH que varía de 7 a 14. Ambos materiales  se caracterizan porque reaccionan con la mayoría de los metales generando hidrógeno (un gas inflamable). Son ejemplos de ácidos comunes: ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido nítrico; y de bases: hidróxido de sodio e hidróxido de potasio.

Desde el punto de vista ambiental, en los accidentes con ácidos o bases que llegan a cuerpos de agua, se originará una  variación del pH natural de este medio que dependerá de la concentración y calidad del producto derramado.

Para la neutralización de sustancias ácidas generalmente se emplea el carbonato sódico y la cal hidratada, ambas con característica alcalina.

 

Clase  9 – Misceláneos

En esta sección se incluyen los materiales que debido a sus características no figuran en las clases anteriores. De igual manera, causan daños a los seres vivos, al resto de los materiales y al ambiente. 

Se subdividen así:

1) Subclase 9.1 - Cargas peligrosas reguladas al momento de su transporte, como el caso de asfalto caliente.

2) Subclase 9.2 -  Materiales que causan daños al ambiente.

3) Subclase 9.3 – Residuos peligrosos y corrosivos.

Son ejemplos de materiales de clase 9 los siguientes: sulfato de cobre, versene polvo, piedra alumbre polvo-roca.

 

La información anterior, así como su simbología se presenta en la Norma COVENIN 2670:2001. Materiales Peligrosos. Guía de Respuestas de Emergencia, que se adjunta a continuación:

2670 2001 MATERIALES PELIGROSOS GUIA DE RESPUESTA DE EMERGENCIA
2670 2001 MATERIALES PELIGROSOS GUIA DE RESPUESTA DE EMERGENCIA

Para complementar el material adjunto anterior, en la figura No. 3 se indica los grados de compatibilidad de cada una de las clases de materiales indicados.

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Figura 3. Matriz de incompatibilidades de los materiales peligrosos.

Finalmente, en el siguiente archivo adjunto se presenta un documento que señala que se debe hacer en caso de emergencia para cada una de las nueve (9) clases de materiales  indicadas en esta lección, proveniente de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica de Buenos Aires (Argentina).

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M A CONTROL EMERGENCIAS QUÍMICAS

Karla Patricia Garces Pita

Ing Industrial-TSU en Quimica-Magister Ing Procesos Quimicos, y Gestión Ambiental

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