Los narradores
Toda historia debe ser narrada bajo un punto de vista, ya sea con una visión total de los acontecimientos, ya sea mediante un personaje, o como diario. Alguien nos lo cuenta y debemos saber elegir bien quién lo hará. De ello depende que los lectores se sientas bien leyendo. Dependiendo de la narración que queramos explicar, irá mejor un narrador u otro. Por ejemplo, si queremos escribir sobre un capitán de barco, o un marinero que pasan largos meses fuera del hogar, iría bien un narrador en primera persona para dejar ver cómo lo vive él o ella. Qué siente, cómo se encuentra, qué piensa.
Si es una historia de fantasía, suele ser mejor elegir un narrador omnisciente, que nos permitirá ver y sentir todo lo que nos rodea. En este tipo de historias, principalmente si nos describen lugares extraños, criaturas nunca vistas, es imprescindible que el lector no se sienta perdido. Unas buenas descripciones y una visión global, le ayudará a situarse en las escenas.
Podemos encontrar diferentes narradores que expondremos a continuación. Dependiendo de la historia y del enfoque que le quiera dar el escritor, podremos optar por uno u otro.
Narrador protagonista: es el que cuenta en primera persona los hechos que él mismo protagoniza.
Narrador testigo: es uno de los personajes y asume la responsabilidad de contar en primera persona, pero no protagoniza la historia.
Narrador omnisciente: tiene un conocimiento total del relato, sabe todo sobre los hechos y acerca de los pensamientos y sentimientos de los personajes.
Narrador objetivo y observador externo: cuenta la historia desde fuera, reflejando únicamente la conducta de los personajes. No conoce lo que piensan ni emite juicios de valor. Produce una sensación de gran objetividad.
Narrador testigo: la historia es contada por un espectador de los hechos o por un personaje secundario.
Narración múltiple o colectiva: se cuenta una misma acción desde distintos puntos de vista. Puede ocurrir que varios personajes describan al protagonista.