Desigualdades en el mercado laboral
En la actualidad los datos cuantitativos y cualitativos reflejan que todavía existen desigualdades de género significativas en las diferentes sociedades. La llamada “brecha de género” sigue presente en los países que se reconocen como más avanzados legislativamente en temáticas de igualdad de género, como ya pudimos ver en los informes de la OCDE.
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada en 2016 presentaba un informe sobre la brecha de género en el mercado español. En él se puede ver que:
- Las mujeres españolas, a pesar de tener más formación universitaria que los hombres (en generaciones menores de 50 años), no llegan a puestos de dirección.
- A pesar de la masiva incorporación al mercado de trabajo de las mujeres, en los últimos 15 años, la conciliación familia-trabajo se da en un porcentaje bajo. Las mujeres todavía dedican 2 horas más diarias (de media) a las tareas domésticas que los hombres. Trabajo doméstico que no está remunerado.
- La tasa de desempleo de las mujeres es de un 20% mientras que las de los hombres está en un 14%. Esta brecha con la crisis ha tenido cambios, ya que se han destruido muchos puestos de trabajo relacionados con el sector de la construcción que era principalmente ocupado por hombres.
- La brecha salarial, es decir, la diferencia de ingresos por trabajo entre mujeres y hombres es en torno a un 20%. Esto está relacionado con varias causas, pero podemos destacar hechos como que las mujeres ocupen puestos de menor remuneración. Así, por ejemplo, en este informe, se pone de relevancia que hay una infrarrepresentación de mujeres “en las etapas más altas del servicio diplomático, el poder judicial y el gobierno regional y local”.
Estos datos se pueden ver reflejados en noticias como esta: " El lento ascenso de las mujeres a la cúpula judicial" (2015).
Es decir, a medida que aumenta el nivel de responsabilidad-liderazgo, el número de mujeres decrece. Este sería sólo una breve visión de España.
Si nos remitimos al informe de la OIT “Las mujeres en el trabajo”, tendencias de 2016, se recoge que “a escala mundial, la probabilidad de que las mujeres participen en el mercado laboral sigue siendo casi 27 puntos porcentuales menor que los hombres […] Las brechas en el empleo sólo se han colmado ligeramente en Europa Septentrional y Occidental, ya que muchas mujeres siguen incorporándose al mercado de trabajo en esa región, pero también como consecuencia de la reducción de las tasas de empleo de los hombres por la recesión económica” (OIT 2016, 3).
La OIT también señala que, a excepción de Asia Oriental, Europa Oriental y América del Norte, en todas las demás regiones del mundo las tasas de desempleo son inferiores entre los hombres que entre las mujeres, y la mayor desigualdad de género en lo que respecta al desempleo se observa en África Septentrional y en los Estados Árabes.
Hemos de tener en cuenta que, estos son datos muy globales, las cuales después hay que focalizarlos por zonas y habría que mirar el desarrollo socioeconómico de la región, su historia, etc.
Aun así, podemos prestar atención a información que nos muestra esas brechas. Como el hecho de que las mujeres a escala mundial sigan teniendo mucha más presencia en el mercado informal, no teniendo seguros sociales. También la segregación que hay en las ocupaciones sigue siendo bastante significativa. Hay ocupaciones en las que las mujeres están sobre representadas y en otras en las que hay muy pocas.
En Asia Meridional y África Subsahariana, más del 60 % de todas las mujeres que trabajan permanecen en el sector agrícola, y suelen centrarse en actividades laboriosas y con alto grado de coeficiente de mano de obra, que son mal remuneradas o no remuneradas en absoluto. (OIT 2016, 5)
