Problemas de conducta y alteraciones psicológicas (I)

Para poder abreviar, llamaremos PCAP a los problemas de conducta y las alteraciones psicológicas que se presentan en los pacientes con demencia senil; así no tendremos que repetir continuamente la expresión. 

Los PCAP en la demencia senil se pueden presentar en cualquier fase de la enfermedad. Lógicamente, a medida que progresa el trastorno estas alteraciones se van haciendo cada vez más frecuentes. Cuando la demencia ya no es simplemente leve sino que va siendo de gravedad moderada es muy habitual que vayan apareciendo trastornos del sueño y conductas de desinhibición alimentaria y sexual (atracones de comida, pérdida de apetito, "tocamientos" a sí mismo o a otras personas, etc...). En las fases finales vamos viendo que el enfermo puede presentar, con mucha frecuencia, alucinaciones, delirios, agresividad...

Tampoco es raro que los PCAP sean lo primero en aparecer en la demencia senil; de hecho, es habitual que los familiares de estos pacientes consulten a su médico de familia porque el enfermo esta cada vez, más ansioso, deprimido o apático, por ejemplo.

 

A) ¿QUÉ ENTENDEMOS POR PROBLEMAS DE CONDUCTA Y POR ALTERACIONES PSICOLÓGICAS DEL ENFERMO CON DEMENCIA SENIL (PCAP).

  • Alteraciones del estado de ánimo: apatía, ansiedad, depresión...
  • Agitación: agresividad, irritabilidad, inquietud, gritos, deambulación errante o errática...
  • Sintomas psicóticos: alucinaciones visuales, auditivas, delirios...

 

B) FACTORES QUE FAVORECEN LA APARICIÓN DE PCAP.

  • La personalidad previa: los enfermos que ya padecían problemas psicológicos antes (como ansiedad, depresión, insomnio...), cuando contraen demencia senil sufren, con mucha frecuencia, un empeoramiento importante de esos trastornos (cada vez más ansiosos, depresivos, insomnes...). Se cree que la pérdida de neuronas que produce la demencia senil favorece el empeoramiento notable de los síntomas (que, como hemos dicho, existían antes de contraer la demencia ).
  • Parece que hay también una cierta tendencia hereditaria.
  • Serían también posibles precipitadores de estas alteraciones muchas enfermedades como, por ejemplo, las del corazón (infartos, insuficiencia cardiaca...), las pulmonares (la bronquitis crónica, el cáncer de pulmón...), las infecciones (como las de orina o la neumonía), el dolor físico, la deshidratación, algunos fármacos... es decir, si un enfermo padece demencia senil y sufre enfermedades como las descritas puede presentar, con mayo facilidad, trastornos de la conducta y alteraciones psicológicas.
  • Vivir en ambientes inadecuados: por ejemplo, habitar en un domicilio donde se presta poca atención al enfermo o donde se le da una atención despreocupada o negligente. Este hecho puede suponer que aparezcan o empeoren los PCAP con facilidad.
  • Los cambios continuos de hogar o el traslado de un domicilio a otro:  aunque con muchísima frecuencia son necesarios (no queda más remedio que hacerlos) es posible que sean precipitadores de importantes PCAP.
  • También pueden favorecerlos las situaciones que provocan frustación en el paciente (por ejemplo encontrarse confuso, actividades que resulten difíciles de realizar para el enfermo como vestirse o asearse).

 

 C) ALGUNOS TIPOS DE DE PROBLEMAS DE CONDUCTA Y PSICOLÓGICOS EN LA DEMENCIA SENIL.

APATÍA.  

  • Es el más frecuente de estos trastornos. Se cree que el 65 por ciento de los pacientes con demencia senil están apáticos. Esta apatía puede aparecer al inicio de la demencia senil e ir empeorando con el tiempo.
  • Estos enfermos tienen muy poco interés por el entorno que les rodea. Nada o casi nada les importa, tampoco lo que les ocurra a los demás. Les cuesta comunicarse porque no les apetece hacerlo.

DEPRESIÓN.

  • Se produce en alrededor de la mitad de los pacientes con demencia y es más habitual en la enfermedad de Alzheimer.
  • Suele presentarse como sensación de tristeza continuada.

ANSIEDAD.

  • Aparece con más frecuencia en la demencia vascular pero también es muy común en el Alzheimer.

ALTERACIONES EN LA ALIMENTACIÓN.

  • En el 40% de los enfermos con demencia.
  • Se puede dar desde un exceso de apetito hasta una pérdida casi total de las ganas de comer. Lo más frecuente es una reducción leve del apetito habitual.

INSOMNIO.

  • Se produce en alrededor de la tercera parte de los enfermos.
  • Con frecuencia se acompaña de somnolencia diurna, cansancio excesivo durante el día, ansiedad y agitación, calambres nocturnos...

AGRESIVIDAD.

  • Parece que es más frecuente en la enfermedad de Parkinson.
  • Oscila desde una simple irritabilidad hasta agresividad física. Además no es excesivamente raro que la agresividad se acompañe de paranoias, alucinaciones, depresiones con agitación...

DELIRIOS.

  • Se dan más habitualmente en la enfermedad de Alzheimer de gravedad moderada a severa.
  • Suelen ser delirios de persecución (se sienten perseguidos por otras personas), de perjuicio (piensan que se conspira contra ellos, se les engaña o se les intenta robar...), delirios de celos, referenciales ("en la tele están hablando de mí...").

ALUCINACIONES.

  • Lo habitual es que sean alucinaciones visuales. Suelen ser amenazantes, terroríficas...

 

D) PROBLEMAS DE CONDUCTA EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER.

  • Los problemas de conducta y alteraciones psicológicas se dan en casi el 80 por ciento de estos enfermos. O sea, es muy poco habitual que la enfermedad de Alzheimer no tenga alguno de estas alteraciones.
  • La apatía también es lo más frecuente en este caso. Además empeora con el tiempo. Cada vez están más desganados y con menos interés por  relacionarse con nadie.
  • En estos enfermos es más habitual la ansiedad que la depresión-tristeza. De hecho, la mitad de los pacientes con enfermedad de Alzheimer. tienen ansiedad. Se encuentran inquietos y son enfermos fácilmente irritables. La depresión puede originar cuadros muy difíciles de diferenciar del deterioro mental-cognitivo (enfermos que parecen tener demencia senil cuando en realidad están deprimidos).
  • Resumiendo: en las fases iniciales de la enfermedad de Alzheimer es común encontrarnos con pacientes apáticos y desganados, irritables, ansiosos y tristes. A medida que la enfermedad progresa va apareciendo más agitación (llegando incluso a la agresividad); también es muy frecuente la presencia de delirios de celos y de perjuicio por parte de los demás, alucinaciones...

julio yañez gonzalez-irun

Medicina de familia.

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