¿Cómo dar malas noticias a niños? (6-12 años)

Antes de continuar, cabe mencionar que el rango de la etapa de niñez es de los 6 a los 12 años, sin embargo, los niños de 0 a 5 años también los tomaremos en cuenta en esta lección. 

Destacando es importante saber que los niños -la mayoría de las veces- saben más de lo que nosotros creemos que saben, e incluso saben más que uno mismo. Es de suma importancia que no apartemos a los niños ante situaciones de crisis, pues es mejor explicarles con palabras que entenderán pues a largo plazo ellos se pueden sentir menospreciados por no comunicarles lo sucedido. 

Muchas personas y familias no ven nada bien el que sepan la muerte de algún ser cercano, ni mucho menos ven bien que los niños acudan a las ceremonias fúnebres, sin embargo nada de esto debe ser así, pues los niños van tomando aprendizaje que todos en esta vida tenemos el mismo final y que nadie está exento de pasar por la muerte. Es importante que, como todas las personas apegadas a la persona fallecida, asistan a la ceremonia fúnebre, de igual forma que al sepulcro o cremación. Antes de ello, si el niño lo desea, puede ver el cuerpo en la caja (podemos preguntar o bien acercarlo para lo que llamamos una "despedida") en caso de que el niño no quiera ver en la caja no lo acercaremos por ninguna razón. 

Al momento de dar al niño una mala noticia es de suma importancia no hacer promesas que no están en nuestras manos pues esta es una de las salidas más fáciles cuando tenemos que hablar con alguien. Al hacer promesas que no podemos tener sobre ellas y si no resultan como se prometió puede ser una gran confrontación. De la misma forma NO es adecuado decir a los niños que la persona que esta muerta se encuentra dormida, pues a lo largo pueden ver a quien le dijo eso como alguien mentiroso. 

Después de la ceremonia fúnebre es posible que el niño se encuentre afectado por lo sucedido. Después o antes de esto los niños suelen hacer preguntas como "¿tú también te vas a morir?", "¿me moriré también?", o peticiones como "yo no quiero que te mueras", "yo no quiero que muera papá, mamá, abuelos"; dentro de estas está la pregunta "si te mueres ¿me quedaré solo?", podemos contestar que es un proceso por el cual todos vamos a pasar en cualquier momento NUNCA hacer la promesa de que vamos a vivir por siempre. Lo que sí podemos decir es que falta tiempo para que eso suceda además de que hay familia con la que puede contar y que en un futuro tendrá una vida de matrimonio. 

En el momento en que los niños pasen por situaciones de estrés postraumático es común liberar todo esto con dibujos o juegos en los que demuestren su estado de ánimo. Esto mismo ocurre cuando muere una mascota.

Erick Reyes Zepeda

Lic. en Psicología

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