Introducción (V). Diagnóstico de demencia senil

El diagnóstico lo hace el médico basándose en los síntomas clínicos del enfermo y en lo que cuenta el informador más cercano a él. Lo normal es que sus personas cercanas  refieran que el paciente presenta quejas de memoria, cambios de conducta y dificultades para realizar actividades habituales de la vida diaria.

Es importante tener en cuenta que, hoy en día, no existe ninguna prueba que pueda diagnosticar de forma totalmente segura la demencia senil.

 

A) PRUEBAS QUE HAY QUE HACER PARA EL DIAGNÓSTICO DE DEMENCIA SENIL.

  • Análisis de sangre. Para estudiar una posible anemia, la función del tiroides, déficits vitamínicos (como la falta de vitamina B12 o de ácido fólico), carencia de sodio, exceso de calcio, diabetes (elevados niveles de glucosa en sangre), estudios analíticos de función del hígado y del riñón... También conviene hacer un estudio de orina. En función de lo que sospechemos puede ser aconsejable descartar, además, sífilis, SIDA... así como estudio toxicológico de drogas, alcohol…
  • Pruebas cognitivas. Permiten establecer el grado de deterioro mental del enfermo, así como diferenciar demencia senil y deterioro cognitivo ligero; además son útiles para descartar depresión como causante de deterioro mental. Estas pruebas consisten en test, cuestionarios, escalas de demencia…
  • Pruebas radiográficas. Como escáner o resonancia magnética nuclear del cerebro. Hoy en día estas técnicas  no se aconsejan desde el principio, sino que se usan como estudio complementario para confirmar el diagnóstico; sobre todo cuando sospechamos lesiones cerebrales que se pueden tratar con cirugía, así como enfermedades vasculares que puedan ser la causa de la demencia senil.
  • Hoy en día existen otras pruebas modernas como SPECT y PECT que se pueden utilizar como complemento del escáner o la resonancia para apoyar el diagnóstico o para diferenciar los distintos tipos de demencia, cuando aún no tengamos claro la causa del deterioro cognitivo. No son técnicas para usar de forma rutinaria.

 

B) TAMPOCO SON TÉCNICAS QUE SE HAGAN DE FORMA RUTINARIA:

  • Electroencefalograma. Si pensamos en una epilepsia como causa.
  • Biopsia cerebral. Sólo la hacemos cuando sospechamos una causa reversible o curable de demencia y aún no hemos llegado al diagnóstico. Es muy raro que sea necesario hacerla.
  • Estudio genético. Se usa para los pocos casos de enfermedad de Alzheimer de origen genético, o sea, hereditario. Por ejemplo, cuando la demencia senil se inicia antes de llegar a la tercera edad, en gente más joven. Al enfermo se le hacen estudios en centros especializados.

 

C) PARA ESTUDIAR A UN ENFERMO CON DEMENCIA TAMBIÉN HAY QUE HACER:

  • Exploración física general y neurológica.
  • Evaluación del impacto del deterioro cognitivo sobre las actividades de la vida diaria.
  • Estudio de los síntomas psicológicos, conductuales y de problemas de comportamiento.

julio yañez gonzalez-irun

Medicina de familia.

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