Labra con imagen y palabra

Octava jornada: Labra con imagen y palabra.

La imaginación es el ojo del alma. Joseph Joubert

Foto labra

Cuando somos capaces de hacer pasar el torrente de pensamientos a través de una gota del cristalino de las imágenes, obtenemos ese arco iris tan deseado, en el que aparecen con nitidez todas las tonalidades y matices. Tanto a la hora de generar ideas, como al ordenarlas, elaborarlas y transmitirlas, la sabia conjunción de ambos canales consigue efectos multiplicadores.

 

Imagen Unidad H

 

 Para maximizar sus efectos, se han venido desarrollando diferentes técnicas, desde tiempo bien remoto y en culturas diferentes. El nacimiento de la escritura aporta claridad y precisión en los pensamientos (kilómetro 31 «Las cosas con tinta pintan distintas»), nos sirve para poner en orden ciertas ideas complejas, traer cuestiones que yacen en el inconsciente y liberar nuestro pensamiento de contaminación emocional. Sin embargo, también tienen sus limitaciones. En ocasiones, podemos sacar mucho partido si somos capaces de cambiar de código y realizar combinaciones ideográficas a través de símbolos y esquemas (kilómetro 32: «Utiliza símbolos y diagramas»). De forma especial, los mapas conceptuales son un excelente método a la hora de aprovechar los estallidos mentales y organizar los contenidos de nuestro pensamiento (kilómetro 33: «El mapa del tesoro»). El dibujo libre es útil para ayudarnos a hacer emerger nuestro subconsciente con su aporte creador (kilómetro 34: «El embrujo del dibujo»). Finalmente, el empleo del color incorpora nuevos códigos de significado, así como otros elementos más sensitivos y emocionales (kilómetro 35: «Al calor del color»).

 

 

Kilómetro 31: Las cosas con tinta pintan distintas.

 La escritura es la pintura de la voz. Françoise-Marie Arouet (Voltaire)

 

El poder de la palabra escrita.

Son indudables los beneficios que la escritura ha aportado al progreso de nuestro pensamiento, así como al desarrollo de nuestra sociedad. A través de una serie de códigos y convenciones, articulamos nuestras ideas y las definimos más claramente. Hemos aprendido el lenguaje escrito como vehículo de comunicación dirigido a otras personas. Quizá por esta razón, se nos ha insistido tanto en respetar las convenciones ortográficas, morfológicas y sintácticas. Para no pocas personas esto ha supuesto un encorsetamiento que ha hecho que no se sientan a gusto a la hora de utilizar la expresión escrita.

Sin embargo, no hay por qué renunciar a ella. Si el lenguaje es el «vehículo del pensamiento» como decía Vigotsky, la palabra escrita es el medio más seguro de llegar a donde queremos, de aclarar nuestras ideas, profundizar en nuestros conceptos, discernir nuestros sentimientos, percepciones e ideas cuando están aún en fase embrionaria o “nebulosa”. Como señala Csikszentmihalyi, «lo más importante es que la palabra escrita nos permite entender mejor lo que está ocurriendo dentro de nosotros mismos».

Constituye, por tanto, una manera muy recomendable a la hora de dar cuerpo a los problemas. Especialmente útil cuando los elementos a tratar están cargados de emotividad y queramos situarlos en un plano más racional.

Por lo tanto, es sumamente valioso utilizar el lenguaje escrito para comunicarnos con nosotros mismos. No siempre es fácil. A veces, sobre todo al principio o cuando nos enfrentemos a cuestiones especialmente complejas o emocionalmente delicadas, podemos sentir inhibiciones, dificultades y bloqueos. Para superarlos, podemos utilizar diferentes estrategias.

 

Algunas ideas.

Puedes recurrir a la escritura automática; es decir, a escribir directamente lo que piensas o sientes en esos momentos, incorporando cualquier sensación, percepción, intuición o palabra que te surja consciente o inconscientemente y cuya conexión pueda ser descubierta a posteriori. Más tarde, ya darás forma a tus escritos. Lo más corriente es que durante este proceso de estructuración se clarifiquen las ideas y aparezcan otras asociadas, las cuales podrás asimismo incorporar.

El cambio de medios, canales y soportes es un buen método que nos ayuda a romper bloqueos. Sírvete de diferentes medios a la hora de escribir. Por ejemplo: ordenador, libreta con hojas de diferentes colores, lápices, bolígrafos y rotuladores de amplia gama cromática, pizarras, tableros de corcho con cartulinas, etc.

Una buena manera de desarrollar la expresividad escrita como vehículo del pensamiento es llevar a cabo un pequeño diario, donde expresemos experiencias, ideas, y sensaciones.

Utiliza siempre el lenguaje más sencillo posible, pero manteniendo la precisión léxica y la construcción gramatical apropiada.

 

 

Ficha de trabajo 31.- Escritura automática.

Piensa en un problema o tema concreto y anota todas las palabras que te sugiera.

Ficha 31

 

 

Kilómetro 32: Utiliza símbolos y diagramas.

La manera como se presentan las cosas no es la manera como son; y si las cosas fueran como se presentan la ciencia entera sobraría. Carl Marx

 

De forma gráfica.

A pesar de que la escritura evolucionó a partir de las imágenes y símbolos, ésta no es necesariamente más avanzada. El pensamiento verbal y el visual se complementan el uno al otro. En el kilómetro 3, comentamos que ambos tipos de pensamiento tenían distintos procesamientos, funciones y localización cerebral; el hemisferio derecho del cerebro puede ser estimulado utilizando dibujos e imágenes visuales. Cambiar de código o utilizar ambos simultáneamente potencian el trabajo intelectual y facilitan la compresión y comunicación de ideas, así como el desarrollo de nuestro pensamiento creador.

Históricamente, podemos ver como en el Renacimiento se produce una eclosión de actos creativos de gran valor. Esta abundancia se vio favorecida por el empleo de dibujos, gráficos y diagramas, para apoyar e ilustrar las ideas. Leonardo da Vinci y Galileo Galilei revolucionarán la ciencia elaborando un cuerpo de conocimientos visibles, con el propósito de facilitar la comprensión, en mayor medida que las matemáticas y el lenguaje. Comienza a ganar peso la idea de que «una imagen vale más que mil palabras».

Una vez que los genios obtienen unas dosis mínimas de capacidad verbal, parecen desarrollar entonces unas habilidades visuales y espaciales, las cuales les proporcionan una gran flexibilidad para desplegar la información en diferentes formas. Cuando Einstein había analizado los problemas en profundidad, encontraba la necesidad de formular la materia en tan diferentes formas como fuera posible, incluyendo el formato de diagramas. Pensaba a través de un código fundamentalmente visual. De hecho, el creyó que palabras y números, no significaban nada en su proceso de pensamiento.

Dispones de múltiples oportunidades para desarrollar de forma entretenida tu capacidad ideográfica: resolviendo jeroglíficos o lo que es mejor, creándolos. Elaborando tu propio sistema de abreviaturas con presencia de signos no lingüísticos o realizando esquemas conceptuales y mapas mentales.

 

El método LARC.

Creado por Robert Williams y John Stockmyer, se trata de un conjunto de ejercicios que generan soluciones imaginativas y rápidas. Constituye un proceso paso por paso, en el cual cada fase del programa sugiere especificaciones técnicas fáciles de seguir. Existen cuatro versiones del LARC y cada una es un completo sistema para la estimulación de ideas creativas. La variante conocida como LARC 1, consta de las siguientes fases:

1.- Se descompone el problema en sus atributos principales.

2.- Se realizan varios dibujos de cada palabra o concepto. Dibujos específicos para términos concretos (casa, escuela) y dibujos simbólicos para términos simbólicos (destrucción, amor). Los dibujos de cada palabra son realizados desde diferentes ángulos y perspectivas.

3.- Deshacer: se proponen cuatro listas con diferentes conceptos cada una:

- Las preguntas activas son empleadas cuando los términos a deshacer pueden controlarse de alguna forma con nuestras acciones.

- Las preguntas pasivas son buenas cuando los términos a deshacer no tienen independencia de acción o no actúan por si solos.

- Las preguntas simples son para problemas fáciles.

- Utilizamos preguntas complejas para problemas más dificultosos.

4.- Crear: recontamos las respuestas a las preguntas del apartado anterior y reflexionamos detenidamente sobre cada “pedazo”, para comenzar con el desarrollo de las ideas.

Entrénate, rellenando la siguiente ficha de trabajo.

 

Ficha de trabajo 32.- LARC 1

Ficha 32

 

 

Kilómetro 33: El Mapa del tesoro.

Las ideas se encienden unas con otras como las chispas eléctricas. Johann Jakob Engel

 

Los esquemas y pictogramas no sólo tienen como función aclararnos las ideas. En el año 1970, Tony Buzon, acuñó el concepto de mindmapping como una herramienta específica diseñada con el propósito de aprovechar los "estallidos mentales", recogiendo y representando las diferentes ideas que van surgiendo. Conseguimos con ello aplazar el juicio crítico, generando asociaciones entre ideas próximas y remotas, variando el ángulo de enfoque y poniendo en funcionamiento el canal visual.

 

Procedimiento.

1.- Sitúa el foco inicial en el centro de la hoja: una o dos palabras que contengan la esencia del problema. Es muy importante su definición, ya que de la misma va a depender en gran medida, el resultado.

2.- Deja que las ideas emanen libremente sin someterlas a valoración: escribe todas las que se te vayan ocurriendo.

3.- Utiliza palabras clave para representar las ideas (sólo una por línea).

4.- Las ideas representadas por palabras clave, se conectan al foco central mediante líneas.

5.- Emplea el color para remarcar conceptos y diferenciar distintas áreas. Ello facilita el flujo de producción: cuando se produce saturación, el cambio cromático puede producir que las ideas nuevamente se "disparen".

6.- Utiliza símbolos e imágenes para destacar conceptos y estimular la mente a establecer nuevas conexiones.

Cuando hayas agotado todas las ideas, pasa a su organización. Determina la posición de cada concepto, los atributos y las relaciones entre los mismos, ejemplos, anécdotas, distribuye los dibujos e ideogramas. Puedes ayudarte a enriquecer y matizar significados mediante la ubicación en el espacio, los colores, el tamaño y tipo de letra, flechas y líneas de distinto tipo, tamaño y grosor, en función del tipo de vínculo que quieras representar.

Organiza el mapa como si fueras a transmitir su contenido a otras personas (de hecho, constituye un excelente medio de comunicación que puede servirte al mismo tiempo para mejorar la eficacia de tus presentaciones).

Te recomendamos utilizar la hoja de forma apaisada, con la finalidad de eliminar el condicionamiento que suele producir el papel vertical, comúnmente utilizado para la representación de ideas de forma analítica y jerarquizada.

Puedes comenzar, eligiendo un tema sencillo y próximo, ayudándote del modelo que aparece en la ficha de trabajo 33. O bien, volver a ella después de concluida la lectura del libro y realizar un mapa conceptual que resuma todos los contenidos del mismo.

 

Ficha de trabajo 33.- Mapa conceptual.

1.- Sitúa el tema o problema en el círculo central y... ¡Adelante! Fluye... No te detengas, escribe y dibuja según vayan apareciendo las ideas, sin preocuparte de su sentido, relación o jerarquía.

2.- Da forma al mapa, teniendo en cuenta los criterios y pautas mencionados anteriormente.

Tabla 33

 

Kilómetro 34: El embrujo del dibujo.

Busquen materiales para su creación en todas partes, en todo lo que les rodea; miren los dibujos fantásticos de las nubes, las manchas de moho en la casa vecina. Leonardo da Vinci

 

 El dibujo es uno de los más poderosos medios de expresión y compresión emocional. Tal y como señala Marián López[1] «El primer trazo que el ser da es algo más que un signo, es un símbolo de su existencia en el mundo. Y en él están conectados los deseos, las pulsiones de un sujeto que desea estar en el mundo.»... «El trazo se convierte en objeto que nos liga-desliga de nosotros mismos, que nos une a los otros en una interrelación de significados. Se convierte en objeto simbólico al cual investimos de contenido personal e inaugura el juego, inicio de la cultura.

El dibujo ayuda a liberar emociones e identificar aquello que cuesta más verbalizar. Intentar entender nuestros dibujos es un ejercicio de extraordinario interés. Como al deshacer un nudo, la cuerda ha de pasar por el mismo sitio por el que lo hizo cuando se anudó. Al buscar ideas en los dibujos, permitimos que afloren materiales que permanecen guardados en capas escondidas de nuestra conciencia.

Constituye así, un excelente medio para ayudar a que las ideas “latentes” se manifiesten. Se atribuye al genial Leonardo, el haber sido el primero en emplear los dibujos automáticos para forzar que las ideas salieran a flote. Desde entonces se han empleado de diferentes maneras. Existen múltiples propuestas que varían en estructuración.

En general, se trata de dibujar lo primero que se nos viene a la cabeza, después de un período de trabajo o reflexión sobre la cuestión a tratar, aprovechando así la fase de “incubación”. Posteriormente intentamos buscar conexiones y asociaciones entre el material dibujado y la cuestión a trabajar. Estas técnicas se prestan a un montón de combinaciones y aplicaciones diferentes. Intenta personalizarlas y flexibilizarlas para poder sacar provecho de ellas en el mayor número de situaciones posibles. A continuación te ofrecemos una propuesta de trabajo que te puede servir de referencia:

Ideart.

Esta técnica aportada por Franc Ponti, persigue provocar ideas a través de la contemplación de estímulos visuales. Ante un determinado foco creativo, se escoge de manera intuitiva una lámina que pueda generar analogías y asociaciones. En primer lugar (tanto si la técnica se utiliza de forma individual como en equipo), se trata de describir la lámina y "jugar" con los conceptos que de ella puedan derivarse: construir historias, detectar aspectos ocultos, fabular, hacer comparaciones. Después, se tratará de "forzar" conexiones entre el foco creativo y la lámina. En ese momento juega un papel muy importante el “esfuerzo analógico” de los usuarios de la técnica, quienes deberán utilizar frases y movimientos creativos del tipo: “esto se parece a nuestro problema en que…”, “este aspecto de la lámina o dibujo está relacionado con…”, “¿y si hiciéramos como…?” “Nuestro nuevo producto es como…porque…”

En la siguiente ficha de trabajo, te describimos la técnica con mayor detalle.



[1] Marián López Fernández Cao y Noemí Martínez Díez. Arteterapia. Conocimiento interior a través de la expresión artística.

 

 

 

Ficha de trabajo 35.- Coloreando.

Tabla35

 

 

Mapa mental octava jornada: Manipula y juega.

Mapa mental Labra

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