Investigar-Observar

Si buscas en Internet encuentras estos conceptos, expresados mas o menos así:

¿Qué es Investigar?

Hacer los trámites necesarios para descubrir algo.

¿Qué es Observar?

Mirar algo o a alguien con mucha atención y detenimiento para adquirir algún conocimiento sobre su comportamiento o sus características.

 

Educar aprendiendo hoy, propone a los educadores desarrollar su capacidad de observación y de investigación.

Ambas experiencias, tanto observar como investigar, conducen a quien experimenta a procesos vivenciales imposibles de transmitir. Todo aquello que implica vivencia es imposible de transmitir, ya que cada ser tiene su propio modo de experimentar, justamente porque existe la individualidad y en cada individuo hay originalidad, historia propia, etc.

El aprendizaje significativo es justamente aquel donde la experiencia se constituye en el recurso de mayor peso. Siempre que sea posible y no perjudique o ponga en peligro la vida del aprendiz.

Al experimentar se ponen en juego sensaciones, surgen interrogantes, aparecen habilidades innatas como también debilidades propias que desde la teoría serían muy difíciles de reconocer.

 

 

Ejercicio nº 10

  • Busca fotos de tu infancia, adolescencia, juventud. Intenta buscar especialmente aquellas donde aparezcan momentos de aprendizaje por ejemplo: cuando aprendiste a andar en bicicleta, a nadar, jugar al fútbol, lavar platos, amasar pan, escribir, leer, etc.
  • Si no tienes fotos, no es problema, para eso tenemos nuestra capacidad de recordar, cierra los ojos y recuerda esos momentos en especial.
  • Ahora responde:

Andar en bici, nadar, hacer algún deporte, escribir, leer, etc. ¿lo aprendiste escuchando a otras personas hablar de cómo se hace?

Recuerdas o percibes ahora las sensaciones en tu cuerpo al lograr mantener el equilibrio, flotar, hacer el deporte que te apasionó siempre, amasar y armar el pan, leer por ti mismo una etiqueta, cartel o título de periódicos o libros?

Esas sensaciones, son intransferibles con palabras, esa vivencia se graba en nuestra Alma y no se olvida fácilmente, por no decir jamás. Pero no creas lo que digo, sólo revisa en tu vida algunos de esos u otros acontecimientos y compruébalo por ti mismo/a.

 

Para iluminar este aporte, te propongo que leas el siguiente texto extraído  del libro Teosofía de Rudolf Steiner.

…Las experiencias mismas son pasajeras, pero sus frutos son permanentes. La Deidad Espiritual, por haber estado vinculada a ella, recibe una impresión duradera. Si al espíritu humano se le presenta una experiencia que se parezca a otra con la cual se encontró relacionado otra vez, la reconoce y .se conduce con respecto a ella de manera diferente de lo que haría si la encontrase por primera vez.

Sobre este principio está basado todo lo que llamamos “aprender”; y los frutos de este aprendizaje son facultades adquiridas. De tal manera, los frutos de la vida transitoria se imprimen en el espíritu eterno. ¿Y, acaso no percibimos estos frutos?. ¿En qué cosa consisten las disposiciones que hemos mencionado como característica del hombre espiritual?. Son, ciertamente, las diversas facultades que el hombre trae consigo cuando principia su vida terrena. Estas facultades, bajo ciertos aspectos, son absolutamente iguales a aquellas que podemos adquirir también durante la vida. Tomemos por ejemplo, un hombre de genio: sabemos de Mozart que, niño aún, era capaz de escribir de memoria una extensa obra musical, después de haberla oído una sola vez. Esto le era posible porque era capaz de abarcar instantáneamente todo el conjunto.

Dentro de determinados límites, el hombre aumenta también, durante la vida, su capacidad de abarcar rápidamente la síntesis y el nexo de las cosas, de manera que adquiere nuevas capacidades. Lessing ha dicho que mediante el cultivo de la observación crítica adquirió algo que se aproximaba mucho al genio. Si no se quiere considerar como milagro semejantes facultades especiales, basadas sobre disposiciones congénitas, es indispensable entonces, admitir que sean frutos de experiencias habidas por la Seidad Espiritual, por medio de un alma. Han sido impresas en esta Seidad Espiritual, y como no han podido serlo en la presente vida, tenemos que admitir, pues, que lo han sido en una vida anterior.

El espíritu humano es su propia especie. De la misma manera como el hombre, como ser físico genérico, transmite sus cualidades a su progenie, dentro de la propia especie, así también el Espíritu transmite sus propias cualidades dentro de su especie, esto es, en sí mismo. En cada vida el espíritu humano comparece como repetición de sí mismo, con los frutos de las experiencias habidas en el curso de las existencias precedentes. La vida presente, por tanto, es la repetición de otras vidas y trae consigo lo que la Seidad Espiritual se ha incorporado de la vida anterior. Cuando la Seidad Espiritual acoge en sí algo que puede fructificar, se compenetra de Espíritu Vital. Como el cuerpo vital repite la forma dentro de la especie, así el Espíritu Vital, da al alma existencia individual en las vidas consecutivas.

De las consideraciones que preceden, ha sido avalorada la idea de que la causa de determinados acontecimientos de la vida del nombre, ha de buscarse en las repetidas vidas terrenas consecutivas.

 

Acompañar
Acompañar

Isabel Gonzalez

Licenciada en Psicopedagogía- Profesora de Yoga

Contenidos que te pueden interesar
Este sitio usa cookies para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico. Ninguna cookie será instalada a menos que se desplace exprésamente más de 400px. Leer nuestra Política de Privacidad y Política de Cookies. Las acepto | No quiero aprender cursos gratis. Sácame