Sociabilidad de la persona adicta

Sociabilidad

Según E. Berne (creador de la escuela de Psicoterapia, Análisis Transaccional), la persona manifiesta una serie de roles en su relación con los demás, originados desde la infancia a través de "órdenes" y "mandatos" no explícitos y sí fundamentales, ya que se van imprimiendo en la personalidad de tal forma que determinarán la posición básica de la persona en su vida. Y decimos básica porque será la que se manifieste de forma instintiva, independientemente de que circunstancias concretas impliquen reacciones diferentes. 

Así pues, las cuatro posiciones existenciales básicas son: 

  • "Yo estoy bien/tú estás bien": es la posición de aquellos que no ven problemas en nada; es el "todo tiene solución" pero planteado desde premisas ingenuas e irresponsables. 
  • "Yo estoy bien/tú estás mal": en palabras de Berne "yo soy un príncipe y tú una rana". Es la postura del que se cree que los demás son inferiores. Es quien se sitúa en un plano de poder sobre los demás, ya sea para "salvarles", ya para "perseguirles". 
  • "Yo estoy mal/tú estás bien": es la postura del que se sitúa por debajo de los demás desde mensajes del tipo "yo no valgo nada". Suele manifestarse como "víctima" y necesita de "salvadores". 
  • "Yo estoy mal/tú estás mal": estas personas se relacionan desde presupuestos nihilistas ya que para ellos "nada merece la pena" "todo es un sin-sentido".

A éstas, se le añade una quinta que es la posición realista. Por ser la más realista es la más saludable:

1. "Yo puedo estar bien o mal"/"tú puedes estar bien o mal".

2. "Yo puedo estar bien, aunque me sienta mal"/"tú puedes estar bien, aunque te sientas mal".

 

La sociabilidad de la persona adicta no es realista. Su relación con los demás vendrá marcada por su propio autoconcepto y por su imagen.

  • El autoconcepto estará lleno de ideas preconcebidas  de sí mismo y de sentimientos que le lleven a la desvaloración íntima. 
  • La imagen que dará al exterior será la de un "enano", cuando se sienta inferior a los demás; la de un "gigante" cuando quiera transmitir que todo lo controla y que puede con todo; o la de un "fantasma", cuando se sienta sin ningún valor, invisible a los demás. 

 

Valga como soporte documental a este capítulo este fragmento de la conocida como "Filosofía de Proyecto Hombre" (extraído de la web de Proyecto Hombre Castilla la Mancha)

"Aquí, juntos,

una persona puede manifestarse claramente,

no como el gigante de sus sueños

ni el enano de sus miedos, 

sino como un hombre,

parte de un todo, 

con su aportación a los demás. "

Esta es la aspiración de una persona adicta que quiere dejar su adicción para ser una persona "nueva". 

 

Marta Tamayo Loyo

Licenciada en Filosofía y Letras con C.A.P. y Habilitada en Educación Social por el CEESCYL

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