Instrumentos de Inversión a Corto Plazo

Los productos financieros que más se adaptan a las inversiones a corto plazo son:

 

1. Cuenta corriente remunerada: las cuentas de alta remuneración se pagan desde el primer céntimo y no suelen llevar gastos ni comisiones de ningún tipo, no admiten domiciliaciones ni llevan asociados medios de pago; algunas limitan la inversión máxima.

Las entidades que han impulsado este negocio son entidades que operan telefónicamente o a través de Internet. Fiscalmente, la rentabilidad obtenida se considera como rendimiento de capital mobiliario con una retención del 15%.

 

2. Imposiciones a plazo (IPF): consisten en el depósito de una cantidad de dinero por un plazo determinado, a su vencimiento se reintegrará dicho importe al impositor junto con los intereses, o se renovará el depósito.

Si se quiere rescatar una IPF antes de tiempo, es habitual incluir una penalización al ahorrador, que suele ser la no percepción de los intereses devengados, y a cambio garantiza una mayor rentabilidad.

Fiscalmente, los intereses devengados se consideran rendimientos de capital mobiliario con retención del 15%.

 

3. Certificados de depósito (CD): son títulos acreditativos de depósitos a plazo fijo en un intermediario financiero bancario, que pueden transmitirse por endoso, devengando intereses periódicos y reembolsables por su nominal en la fecha de vencimiento.

Se diferencia de una IPF por su mayor liquidez ya que el depositante no ha de pagar penalización por la disposición anticipada de los fondos.

Si un tenedor de CD tiene problemas de liquidez le bastará con vender los valores en el mercado secundario, deshaciéndose de la inversión.

 

4. Descuento por pronto pago: las empresas suelen ofrecer a sus clientes descuentos en el importe de una factura si se realiza el pago al contado (entre 0 y 15 días).

Si el cliente adelanta el pago obtendrá una rentabilidad a cambio y la empresa vendedora soportará un “coste” por el descuento.

En el caso en que el cliente no quiera atender el descuento soportará un coste de oportunidad en términos absolutos por la diferencia entre el pago al contado y el pago aplazado.

Ventajas: se ofrecen altas rentabilidades y no existe tributación por la rentabilidad obtenida.

Inconvenientes: sólo pueden cubrirse excedentes por importe de las facturas pendientes.

 

5. Letras del tesoro: son valores de deuda pública a corto plazo (renta fija) emitidos al descuento, con valor nominal de 1.000 euros y amortización máxima de 18 meses.

Las ganancias o pérdidas que se obtienen se consideran rendimiento de capital mobiliario y están sujetas al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o al Impuesto de Sociedades (IS), y no tienen retención.

Ventajas: los rendimientos de las letras no tienen retención fiscal y la inversión carece de riesgo del emisor.

Inconvenientes: la rentabilidad no es muy alta y existe la posibilidad de obtener pérdidas si se vende antes del vencimiento.

 

6. Pagarés de empresa y bancarios: los pagarés son documentos que registran la promesa incondicional de pago por parte del emisor respecto a una cantidad determinada, dentro de un plazo estipulado en el documento, a favor del beneficiario o tenedor.

Son negociables al descuento y si valor nominal es variable, con plazos de vencimiento que varían entre una semana y 25 meses. Los pagarés bancarios son similares a los de empresa pero emitidos por bancos y cajas de ahorros.

La rentabilidad del pagaré se considera de rendimiento de capital mobiliario a efectos del IRPF o IS. Si los rendimientos son percibidos por personas físicas en un plazo inferior a dos años están sujetos a una retención a cuenta en destino del 15%.

Ventajas: los pagarés tienen una mayor variedad de plazos que las letras, y la rentabilidad es superior a la ofrecida por las letras.

Inconvenientes: existe retención fiscal en algunos casos y el emisor tiene riesgo crediticio.

 

7. Operaciones con pacto de recompra (repos): consiste en la realización de dos operaciones de compraventa de activos financieros de signo contrario que se pactan en un mismo momento.

El vendedor cede temporalmente la propiedad de unos títulos de su cartera al comprador, comprometiéndose a recomprar estos títulos en una fecha futura predeterminada y a un precio prefijado superior al precio de venta, siendo la diferencia de precios la rentabilidad para el comprador y el coste para el vendedor.

Los plazos de cesión son con períodos inferiores a un año.

Las cesiones temporales se formalizan sobre valores de deuda pública. Fiscalmente, la cesión a terceros de capitales propios se califica como rendimiento de capital mobiliario, no sometido a retención.

Ventajas: gozan de un mercado muy líquido y seguro, posee gran flexibilidad en cuanto a plazos y volúmenes, y no hay retención fiscal.

Inconvenientes: la rentabilidad es baja.

 

8. Mercados de capitales: renta fija y variable: los mercados de renta fija a largo plazo negocian activos financieros (bonos y obligaciones) que prometen una rentabilidad fija durante un plazo de inversión comprendido entre 5 y 30 años.

Cuando se producen variaciones en los tipos de interés, se produce una variación del precio del activo en sentido inverso.

La inversión de excedentes en renta fija a largo plazo es recomendable cuando se esperan bajadas de tipos de interés de mercado. Fiscalmente, los rendimientos de la amortización de bonos y obligaciones del Estado no están sometidos a retención a cuenta del IRPF.

Por otro lado, en los mercados de capitales de renta variable los activos poseen un riesgo mayor al soportado en mercados como el monetario o de renta fija.

Este elevado riesgo supone un problema: si durante el tiempo en que se invierten excedentes, los movimientos de mercado son adversos, la venta de los activos financieros afectarán a la cuenta de resultados.

Por tanto, el mercado de renta variable beneficia al inversor cuando se mueve en la dirección prevista durante el período de inversión. En caso de no confirmarse las expectativas supone un riesgo excesivo para el corto plazo.

 

9. Fondos de inversión: el titular de un fondo de inversión tiene la posibilidad de participar en una cesta de valores de distintos tipos de activos, plazos y niveles de riesgo. El fondo de inversión más conveniente será el que contenga activos más seguros y líquidos.

La liquidez de un fondo está asegurada, y se puede demorar el pago del precio un máximo de 24 horas a contar desde la fecha de solicitud de enajenación o reembolso.

Ventajas: garantiza seguridad, plazo y liquidez.

Inconvenientes: existe retención fiscal.

 

Ejemplo de descuento por pronto pago:

Una empresa tiene un excedente de tesorería para los próximos 60 días de 4.000.000 euros. El director financiero se plantea aprovechar el descuento del 2% por pronto pago que le ofrece un proveedor, en una factura por ese mismo importe y con plazo de pago de 60 días.

Si la otra posibilidad es comprar pagarés de empresas a 60 días, con una rentabilidad del 4,8% (calculada por la ley de capitalización simple y base 365 días) ¿qué opción le interesa más a la empresa?

 

Solución:

Hay que conocer a qué tipo de interés equivale la opción de descuento por pronto pago. Como la otra alternativa de inversión proporciona un 4,8% de rentabilidad calculada por capitalización simple y base 365 días, calcularemos la equivalencia utilizando los mismos parámetros:

4.000.000 x (1-0,02) x (1+i x 60/365) = 4.000.000
i = 0,02 / (1-0,02) x 365/60 = 12,41%

 

Por tanto, la opción elegida es la de aceptar el descuento por pronto pago, que supone obtener una tasa de rentabilidad mayor.

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